La “piratería” es hija de la tecnología, el medio que la hace
posible y de la demanda masiva de cultura de un mercado insolvente, sin
capacidad de compra.
Con el pretexto de combatir la pirateria, la ofensiva contra el libre intercambio de contenidos en la red, avanza . Desde la pasmada Ley SOPA en Estados Unidos y la vigente ley SINDE, en España, (sin contar el proyecto de ley ACTA, que pende como una guillotina presta a caer desde la Comunidad Económica Europea), el escenario de confrontación ha crecido. Ya no solo incluye a piratas, editoriales y la industria del entretenimiento, en general, sino que cubre un espectro muchísimo más amplio: los usuarios corrientes de Internet vs. el poder editorial mundial.
Con el pretexto de combatir la pirateria, la ofensiva contra el libre intercambio de contenidos en la red, avanza . Desde la pasmada Ley SOPA en Estados Unidos y la vigente ley SINDE, en España, (sin contar el proyecto de ley ACTA, que pende como una guillotina presta a caer desde la Comunidad Económica Europea), el escenario de confrontación ha crecido. Ya no solo incluye a piratas, editoriales y la industria del entretenimiento, en general, sino que cubre un espectro muchísimo más amplio: los usuarios corrientes de Internet vs. el poder editorial mundial.
Pero no todo es censura y persecución. Algunas editoriales de “vanguardia”
nos demuestran que es posible seguir haciendo negocios, sin utilizar el garrote
de la ley para recortar el derecho de las mayorías, sin dinero, al libre acceso a la cultura. De
esto trata el interesante artículo de la Revista EL CULTURAL.ES, que reproducimos para ustedes. (Jesús Hubert)
Cómo dejar de temer a la piratería editorial
Repasamos los últimos datos sobre el fenómeno y buscamos los
nuevos modelos del libro digital que se postulan como alternativa
DANIEL ARJONA | Publicado el 23/03/2012
Primero llegó la crisis económica y su parejo descenso del
consumo, luego irrumpió el libro digital, a continuación comenzaron a
extinguirse una a una las ayudas al libro... y además, la piratería. La
industria editorial sufre tremendas mutaciones y navega atropelladamente hacia
el futuro abordada a babor y estribor, nos dicen, por hordas de piratas.
Repasamos los últimos datos sobre el fenómeno, sus motivaciones y, sobre todo,
buscamos los nuevos modelos del libro digital que se postulan como alternativa.
En España no se pagan la mitad de los libros que se adquieren. Un 49'3%, según el último informe de IDC y Nielsen. Tal es el dato desnudo. ¿Promoción suicida? ¿Milagro cultural? Piratería. El valor de los libros descargados de la red sin pasar por caja se elevaría a los 793'2 millones en el primer semestre de 2011. Dato más que relevante cuando se compara con la facturación global del libro: 839 millones de euros en 2010 según Comercio Interior. Los editores amenazan con irse del país, y algunos escritores, como Lucía Etxebarria, con dejar de escribir. Y la popularización de los lectores sólo acaba de empezar.
En el año 2011, según GFK, se vendieron 280.000 dispositivos pero sólo se descargaron legalmente 220.000 libros electrónicos, es decir, ni una descarga por lector vendido, tal vez por la escasa oferta. Según la agencia del ISBN, de 103.000 títulos editados sólo un 17% -17.843 obras- fueron ebooks. Y el último Barómetro del Gremio de Editores recoge que el 73% de los encuestados declararon bajarse libros gratis de Internet. Casi el 4% se hizo ya con su ereader, un 129% más con respecto a 2010.
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