Con las alas de nuestra esencia divina, siempre remontaremos de cualquier prueba |
La palabra muchas veces nos sorprende como expresión del
intelecto o de la memoria de alguien. Y nos suscita admiración,
pero pasa y no nos deja nada. Pero cuando la palabra surge de la experiencia y,
especialmente, del corazón, nos deja una huella profunda porque nos comunica un
detalle de la existencia que necesitamos conocer.
Y ese es el caso de los escritos de Bertha Alicia. Esta vez
nos transmite su experiencia para enfrentar esos momentos que pasamos todos de
dificultad y prueba que nos hacen flaquear y sentir muchas veces que el mundo
se nos viene abajo. Leamos con atención, nos será de gran utilidad (Jesús
Hubert)
¡PRUEBA SUPERADA!
Hace días pasó algo que desgarró profundamente mi corazón.
Las lágrimas brotaban por montones, y el dolor en el pecho
apenas si me dejaba respirar.
Todo mi mundo de paz y armonía se había venido abajo en tan
solo unos momentos.
- ¿Por qué me pasa esto?- pregunté, pero de inmediato
cambié la pregunta
- ¿Para que es esto?
Cerré mis ojos aun llenos de lágrimas y arrodillada empecé a orar:
Por favor, Padre, no
permitas que este dolor cierre mi corazón. Tú me enseñaste a amar, me enseñaste
a perdonar, ayúdame a trasmutar esto.
Luego empecé a respirar profundamente, inhalando luz y
exhalando fuera de mí el dolor.
“YO SOY LUZ, LUZ DIVINA, LUZ PERFECTA, YO SOY LUZ DE DIOS”.
Todo esto está en orden divino, así que lo acepto y lo
libero.
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Seguí respirando luz, y poco a poco me fui relajando, poco a
poco la paz fue inundando mi ser, hasta que en mi corazón empezó a latir el
amor de Dios.
Cuando más tarde abrí los ojos, el dolor había desaparecido,
y entonces escuché a Charly (mi ángel):
“¡Prueba superada!, haz logrado superar lo humano, para
responder como lo que eres: UN SER DIVINO Y PERFECTO.
No permitiste que la mente se interpusiera con el SER.
La enseñanza no es solo para ti.”
Ustedes, mis niños de luz, están aptos para trasmutar lo que
sea, solo tienen que entrar al corazón para abrir de nuevo los brazos a toda la
creación.
SEAN LUZ, aun en la obscuridad
SEAN PAZ, en la adversidad
SEAN AMOR, aun en el dolor.
NO HAY NADA que no puedan superar.
Pues en verdad les digo todo esto pasará, y si así debe ser,
para que aferrarse más tiempo a él.
Suelten, suelten todo lo que les hace daño y mantengan la
enseñanza.
Trasciendan lo humano y levántense como lo que SON: ¡HIJOS
BENDITOS DE DIOS!
Siempre en la luz
Bertha Alicia
bamcbamc777@hotmail.com
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