Que importante es poder conocer las reflexiones acerca de temas esenciales para nuestro futuro como humanidad de alguien que, dificilmente, puede traicionar el legado político e histórico de su propio padre.
El objeto de la reflexión a la que nos referimos es la realidad del mundo en el que vivimos, acorralado por un sistema económico que niega las condiciones más elementales de supervivencia para la Tierra y sus habitantes y, en particular, los avatares en que se debaten las ideas de auténtica transformación social que intntan hacer frente al sistema capitalista, especialmente en el caso de Cuba, que es el único pueblo que aun persiste, con todas sus contradicciones y limitaciones, en el proyecto socialista.
Y, la persona a la que nos referimos es nada menos que Camilo Guevara March, el tercer hijo de Ernesto "Che" Guevara. Escuchémoslo. (Jesús Hubert)
El objeto de la reflexión a la que nos referimos es la realidad del mundo en el que vivimos, acorralado por un sistema económico que niega las condiciones más elementales de supervivencia para la Tierra y sus habitantes y, en particular, los avatares en que se debaten las ideas de auténtica transformación social que intntan hacer frente al sistema capitalista, especialmente en el caso de Cuba, que es el único pueblo que aun persiste, con todas sus contradicciones y limitaciones, en el proyecto socialista.
Y, la persona a la que nos referimos es nada menos que Camilo Guevara March, el tercer hijo de Ernesto "Che" Guevara. Escuchémoslo. (Jesús Hubert)
Qué duda cabe que hace falta una reflexión de fondo sobre el socialismo. El sueño de miles de millones de seres humanos, antes de que las experiencias del "socialismo real" desaparecieran sin pena ni gloria, comenzando por la URSS. POLITIKA ofrece esta vez una entrevista realizada por el periodista Oleg Yasinski a Camilo Guevara. Las palabras de Camilo tienen el mérito de suscitar el debate y la controversia. Evitando el silencio sepulcral que los admiradores del "socialismo real" han mantenido desde el año 1991... (POLITIKA)
“Si la izquierda toda,
olvidémonos del signo que sea cada uno,
se uniera por un segundo, al status quo
solo le quedaría de vida ese mismo segundo”
olvidémonos del signo que sea cada uno,
se uniera por un segundo, al status quo
solo le quedaría de vida ese mismo segundo”
ENTREVISTA CON CAMILO GUEVARA
Coordinador de los Proyectos Alternativos del
CENTRO DE ESTUDIOS CHE GUEVARA
La
idea de esta entrevista nació hace varios años en Kiev, capital de
Ucrania. Un amigo periodista, Andrey Manchuk, había conocido a Camilo
Guevara en un viaje a Cuba gracias a la ayuda del Instituto Cubano de
Amistad de los Pueblos. Allí Camilo contó algunos anécdotas de sus
estudios en la URSS, demostrando un notable manejo del léxico vulgar
ruso, entre otras virtudes. Pensé en lo interesante que sería hacerle un
par de preguntas sobre la perestroika y las causas de la caída de la
Unión Soviética.
Jamás
imaginamos, en esos días, que en nuestra Ucrania se instalaría la
nefasta ultraderecha nacionalista; que conocidos y amigos morirían en el
proceso; que los libros de Andrey serían prohibidos y él, como muchos
ciudadanos honestos, sería amenazado y perseguido.
Entre
tanta locura, varios ideólogos nacionalistas afirmaron que el Che
Guevara es uno de sus héroes ya que, según ellos, admiraba a la
guerrilla nacionalista ucraniana y hasta aprendió de ella. Sentí eso
como un agravio personal. Tuve ganas de hablar urgente con alguien de la
familia del Che para que respondiese a esa infamia.
Tiempo
después, invitado a Cuba por unos amigos luchadores por la paz
colombianos, me acordé de esto y escribí a Camilo. Luego, tras unos
cafecitos en su trabajo, en el Centro de Estudios Che Guevara, pensé que
seria bueno convertir esta conversación en una la entrevista y abordar
no sólo la situación ucraniana, sino la de la izquierda latinoamericana y
mundial.
Así
se gestó esta conversación realizada por email, la que seguramente será
un testimonio más de este confuso momento histórico, tan distante
todavía de nuestros sueños. Siento estas palabras no sólo como
opiniones, sino también como posible material de construcción de puentes
entre los tiempos y los mundos, hoy fragmentados por el neoliberalismo.
Ernesto
Guevara, padre del entrevistado —y tal vez también de una generación
entera de quienes supieron despertar, soñar despiertos y poner sus vidas
y sus muertes por un mundo mejor, sin pedir nada a cambio— es una de
esas pocas personas que, sin alcanzar muchos éxitos tangibles en su
momento, han logrado alumbrar a la humanidad con una luz que nos queda
para siempre.
José
Martí dijo, en un artículo escrito en el exilio, que "patria es
humanidad". La mirada de Camilo Guevara nos parece un importante aporte
en la construcción o el rescate de esta patria, porque simplemente le
tocó, además de ser hijo del Che, ser un hijo común de un pueblo tan
especial como el cubano. Es común, porque muchos en esta isla siguen
caminando en esta dirección y tal vez es lo único que realmente importa.
1.
Camilo, viviste y estudiaste en la URSS, ¿cuáles fueron los momentos
y experiencias que más te marcaron durante esa estadía?
El
primer encuentro con Moscú fue muy especial, nunca se me ha borrado, y
mira que tengo mala memoria. También fue el primer viaje fuera de mi
país, estaba un poco eufórico, aunque creo que no se notaba.
Lo
que conocía hasta entonces de la Unión Soviética era por medio del
testimonio de otros y la información obtenida en los medios, sumado a
algo de la literatura soviética y pre soviética, principalmente rusa, y
muchos filmes y documentales. Incluso, llegué a tener profesoras de
ruso cuando estudiaba en los Camilitos. Todo esto era como un reflejo,
algo etéreo. Nunca había estado en Rusia, y realmente tenía una imagen
muy edulcorada e irreal de ese gran país.
Llegué
a Moscú en septiembre del 81, con apenas diecinueve años. Tú sabes lo
que eso implica. Estaba lleno de aspiraciones, algunas mundanas, otras
más elevadas. Esa noche fue fresca, casi fría, y al respirar el aire de
Moscú tuve una rarísima sensación. Tenía una idea cercana de cómo debían
ser las cosas, esas que se pueden tocar y ver, pero me faltaba probar
los olores, respirar el aire, sentir las estaciones. La llegada de
nuestro grupo no fue para nada interesante. Más bien pasamos
inadvertidos, sin bombos, ni platillos. Sin embargo para mí fue, como ya
dije antes, muy especial.
Después
tuve momentos muy gratos que recuerdo con calidez. Vivencias que marcan
mucho. Un sinfín de cosas que si no las hubiera vivido seguro sería hoy
otra persona.
Siento
un gran afecto por aquel pueblo que fue tan hospitalario, solidario y
cariñoso con los cubanos. Su historia, su literatura, su arte me son
caros. Siento como míos sus fracasos y victorias. Los llegue a querer
como a los propios.
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