Con esa inflexiòn profunda, de tiempo y eternidad, Charles Aznavour nos canta nuevamente a su Isabelle. (Jesùs Hubert)
Tenía yo sin tí
mi corazón dormido
pensaba que jamás
podría despertar
y al escuchar tu voz
corriendo desperté
y ha vuelto a mi, el amor
más fuerte aún que ayer.
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle, mi amor.
Igual que la raíz del árbol
en la tierra
tú estás dentro de mí
fundida con mi piel
tan dentro estás, amor
que cuando tú te vas
se queda en mi tu voz
gritando más y más
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle, mi amor.
Las horas junto a tí
son rápidos segundos
un día sin tu amor
es una eternidad
pues cuando tú no estás
no queda nada en mí
y el alma se me va
detrás
detrás de tí
Isabelle
ja ja
Isabelle
ja ja ja ja
Isabelle
No, oh!
Isabelle
Oh! Oh!
Isabelle
Isabelle, mi amor.
Tu vives en la luz
y yo en las tinieblas
tú mueres por vivir
y yo muero por tí
me basta con besar
tu sombra nada más
me basta con saber
que un día, me querrás
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle
Isabelle, mi amor.
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