miércoles, abril 27, 2011

"El mismo mundo, el mismo dolor" _ Escribe: Leonardo Boff







El pueblo sirio se moviliza para apoyar a su gobierno
y evitar una segunda Libia



Cuando se abren los ojos de la conciencia, no pueden volverse a cerrar.

Los pueblos del mundo de tanto escuchar la prédica de la democracia y la libertad, terminan poniéndose de pie para hacerlas suyas. Pero - ¡oh paradoja!- ese despertar choca con los mismos intereses de quienes han patentado como suyas esas banderas que son consustanciales a la misma condición humana.

El teólogo de la liberación, Leonardo Boff, pone el dedo en la llaga y nos explica el significado globalizado de la efervescencia popular en los países árabes. Movimiento, cuya onda expansiva, se extiende por el planeta. (Jesús Hubert)


La globalización ha traído una expansión, es decir, un efecto no deseado y molesto para el sistema de poder imperante, fundado en el individualismo: la conexión de todos con todos, de suerte que los problemas de un pueblo se tornan importantes para otros en situación semejante. Entonces se establecen lazos de solidaridad y surge una comunidad con un mismo destino.

Es lo que está pasando con los levantamientos populares, especialmente animado por los estudiantes universitarios en el mundo árabe, que están también dándose en nueve estados del Medio Oeste de los EE.UU. a partir de Wisconsin. Estos levantamientos en los EE.UU. casi no se dieron a conocer en nuestros medios de comunicación, porque no interesa mostrar la vulnerabilidad de la potencia central en franca decadencia. Un joven egipcio plantea un letrero que dice: "Egipto apoya a los trabajadores en Wisconsin. El mismo mundo, el mismo dolor" Como un eco, un estudiante universitario Estadounidense, al regresar de la guerra de Irak levanta su cartel que indica: "Fui a Irak y regresé a mi casa, en Egipto." Es decir, quienes asisten a los mítines en los EE.UU. son semejantes a los que se movilizan en Egipto, Libia, Túnez, Siria y Yemen.

¿Quién sabía que en Madison, la capital de Wisconsin, con 250.000 habitantes, había una manifestación de 100.000 personas con la asitencia también de otras ciudades de EE.UU. para protestar contra las medidas adoptadas por el gobernador para atar las manos de los sindicatos en las negociaciones, aumentar los impuestos a la salud y reducir las pensiones? Lo mismo ocurrió en Michigan, donde el gobernador podría haber aprobado por la legislatura estatal, una ley extraña que le permitia nombrar a un ejecutivo de una empresa con el poder de dirigir todo el aparato del gobierno estatal. Redimió en 86% el impuesto de las empresas y aumentó en 31% los de los contribuyentes individuales. Todo esto porque los ladrones de Wall Street también saquearon las pensiones y los ahorros de la población, rompieron los planes financieros de los Estados. Y la población más vulnerable está obligada a pagar las cuentas hechas por los ladrones del mercado alcista que merecían estar en la cárcel por extorsión en contra de la economía mundial.

Los mismos que tuvieron éxito en la concentración de la riqueza como nunca antes. De acuerdo con Michael Moore, el cineasta de renombre, en su discurso de apoyo a los manifestantes en Wisconsin: 400 Americanos del Norte cuentan actualmente con la misma cantidad de dinero que la mitad de la población de los EE.UU.. Mientras que uno de cada tres trabajadores gana $ 8 por hora (antes era 10 la hora), ejecutivos de las compañías ganan $ 11.000 por hora, sin incluir los beneficios y bonificaciones.

Hay un despertar democrático en América que viene de abajo. Ya no aceptamos esta disparidad vergonzosa. Condenan los costes de las dos guerras, prácticamente perdidas, contra Irak y Afganistán, que son tan altos que están a punto de llevar al estancamiento de las escuelas, de los hospitales, del transporte público y de otros servicios sociales. Hay 50 millones sin ningún seguro de salud y 45 mil mueren anualmente por no haber agenda para un diagnóstico o tratamiento.

El mundo árabe está viviendo una modernidade tardía, aquella que siempre se propugno, por los derechos humanos, por la ciudadanía y por la democracia. Como la mayoría de estos paises son riquísimos en petróleo, la sangre que hace funcionar el sistema moderno, las potencias occidentales toleraban y hasta apoyaban los gobiernos dictatoriles y tirânicos. Lo que interesaba a ellas no era el respeto a la dignidad de las personas y la búsqueda de formas democráticas de participación. Era pura y simplemente el petroleo. Ocurre que los medios modernos de comunicación digital y el crecimiento de la conciencia mundial, en parte favorecida y hecha visible por varios Foros Sociales Mundiales y Regionales, encendieron la llama de la democracia y de las libertades. Una vez despertado la conciencia de la libertad nunca puede ser suprimida. Los tiranos pueden hacer que sus súbditos canten himnos a la libertad, pero estos saben lo que quieren. Quieren ellos mismos buscar la libertad que nunca les concedieron pero que siempre es conquistada mediante un penoso proceso de liberación. Ahora es el momento y el lugar de los árabes.

Original publicado en portuguez en la misma página web de Leonardo Boff el 27/04/2011

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