viernes, diciembre 05, 2014

"Nunca se ha visto tanta concentración de la riqueza y tanta desigualdad"_ Presidente de Uruguay, José Mujica, en UNASUR




Cinismo, apariencia, resignación o  ignorancia, ocultan la realidad de un mundo que la mayoría sufrimos y unos pocos, auto privilegiados, disfrutan.

Y en esta tragicomedia, los gobernantes representan lo mejor que pueden su papel, aunque algunas veces como el rey del cuento, queden con el trasero al aire.

Pero, afortunadamente, por allí se cuela un “loquito” bueno, a ese exclusivo circulo de los que gobiernan - a pesar de los que tienen el poder real.

En el caso de Uruguay, ese fuera de serie, casi un excéntrico para el mundo de hoy, es el presidente saliente José Mujica, austero y transparente, quien deja el mando con 56% de aprobación ciudadana y la sucesión de su compañero de frente político, Tabaré Vásquez.

La UNASUR, la alternativa autonomista e integradora a la vieja OEA, ha rendido merecido homenaje al “Pepe” Mujica y, en agradecimiento, EL Presidente por excelencia, nos ha dejado un discurso, en realidad un manifiesto político de cabal importancia para América y la humanidad. Aquí lo reproducimos en imagen, voz y letra; como para no olvidarlo nunca.(Jesús Hubert)



Palabras del Presidente de la República, José Mujica, en un homenaje a su persona, brindado por la República de Ecuador en el marco de la Cumbre de Unasur —4 de diciembre de 2014, Guayaquil—.

Queridos compatriotas, señores presidentes, colegas de estos años de avatares, señores cancilleres, yo les tengo que agradecer infinitamente. Soy un paisano medio atravesado y el único mérito que tengo es ser un poco vasco, terco, duro, seguidor, constante y por eso aguanté, pero no soy ningún fenómeno.

En realidad los años de “cana” que me comí fueron porque me agarraron, me faltó velocidad. No tengo vocación de héroe. Tengo sí una especie de fuego adentro, me retoba la injusticia social, las diferencias de clase.

Creo que el hombre es un animal gregario, que vivió el 90 % de su historia arriba del planeta, en familias, en grupos familiares. Es un mono raro que no puede vivir solo, necesita de los demás y ese es su “disco duro” social, por eso tiene razón Aristóteles: el hombre es un animal político y lo es porque no es un felino, necesita de la sociedad se dé cuenta o no se dé cuenta.


Pero la historia, el devenir, ese 10 % de la historia del hombre arriba de la Tierra, no el 90 %, es responsable de nuestra civilización que nos dio cosas hermosas. Al fin y al cabo, en este siglo vivimos 40 años más que lo que vivían en promedio hace 100 años, al fin y al cabo yo sé que hay hambre, pero hay el doble de población y el doble de cantidad de alimentos. Lástima que tiramos casi el 30 % de la comida que producimos, ni siquiera se la damos a los perros, menos se la damos a la gente pobre.

Esas son las contradicciones de nuestra civilización, desnuda, clara, agresiva, que nos dan razón, nos cargan las baterías para seguir luchando.

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