jueves, febrero 18, 2010

“El Perú ha crecido con una falta de autoestima inmensa”_Entrevista de Gonzalo Pajares a Joaquín Mariátegui del Conjunto Bareto


Esta es una entrevista no solo para peruanos. Habla un músico que hace ritmos para bailar pero que piensa certeramente sobre la minusvalia de un pueblo cuando su identidad cultural y su autoestima son débiles.

Y señala muy bien que la música puede y debe ser un medio de integración y afimación espiritual. Algo de eso esta ocurriendo alrededor de la llamada cumbia peruana.

Oigámoslo atentamente, pero también con los pies…jajaja (Jesús Hubert)






Bareto no es una banda de blanquitos sanisidrinos, miraflorinos y barranquinos haciendo cumbia. El grupo tiene calle y swing y trata de ser coherente. A raíz de la edición de Sodoma y Gamarra, su nuevo CD, conversamos con Joaquín Mariátegui, su 'frontman’, para que nos explicara su rollo.

"Empecé tocando teclado pero, luego, pasé a la guitarra. Vi a un amigo tocándolo y me dije: 'Yo quiero hacer eso’. Él me enseñó un poco y, luego, yo me disparé. Postulé a Derecho en la Universidad Católica, pero no ingresé porque todo el día me la pasaba tocando guitarra. Entonces, decidí seguir una carrera práctica para poder dedicarme a la música. Estudié Publicidad y, desde entonces, me dedico a la música". Joaquín Mariátegui, el guitarrista y líder de la banda Bareto, nos habla de su irrefrenable vocación guitarrera.

Mario Broncano dijo alguna vez, refiriéndose a unos de sus faites amigos: “Es blanquito, pero tiene calle”. ¿Lo mismo podemos decir de usted?

(Ríe). La gente que me conoce bien sabe que soy muy tranquilo. Pero me gusta mucho divertirme, la rumba, el vacilón, y tener amigos, y conocer muchos sitios. No sé si tendré calle, pero creo que he crecido de manera distinta a la gente de mi entorno. Por ejemplo, era muy amigo de las chicas que trabajaban en mi casa, a quienes les debo parte de mi crianza, de mi educación. Con ellas conocí muchas canciones y ritmos, aprendí a cocinar y, como jugaba fútbol, tenía, por ejemplo, muchos amigos del Callao. Interactuar con ellos fue muy chévere, muy enriquecedor, porque era una forma inclusiva de relacionarte con los demás. Si a esta experiencia de vida le sumamos mis viajes por el mundo, puedo decir que he vivido experiencias increíbles por mi contacto con culturas, países y sociedades distintas.

Por eso, en su música, ha optado por el provinciano del Perú…

Más que por la provincia, creo que he optado por la multiculturalidad. Siempre he sentido que, incluso escuchando a alguien como Chabuca Granda, nos faltaba una voz musical peruana que nos integrase. Y que, claro, acogiera también a lo foráneo, pero sin los típicos prejuicios. A veces somos muy prejuiciosos y, por ello, creo que no hay ni salsa ni rock peruanos. Pienso que la cumbia es el único género que hemos adoptado como peruano. Con esta base, en Bareto empezamos a experimentar pues nuestra música es completamente peruana.

¿Por qué la necesidad de darle 'patria’ a la música?

Porque el Perú ha crecido con una falta de autoestima inmensa. Cuando regresé de Suiza –a los seis años y siendo blanquísimo–, no tenía noción del Perú, de cómo funcionaba todo acá –pues, en la práctica, era un extranjero. Entonces, fui testigo de cómo la gente renegaba de ser peruano, de ser cholo, de ser chino, de ser blanco… se renegaba de todo. Yo siempre pensé que todos los que se quejaban eran unos huevones, que nosotros teníamos –y tenemos– mucha más riqueza que los pavazos suizos. Esa idealización del extranjero nacía –y nace– de nuestros complejos sociales. Yo era inmune a todas esas cosas porque había estado en el otro lado, y venía cargado de ilusiones pero hacia el Perú. Me encontré con un país maravilloso y lleno de posibilidades. Felizmente, mi generación comparte este sentimiento y, por eso, ahora me parece paja que la gente mire al Perú con cariño y esperanza y quiera quedarse. Yo me siento un vocero de la peruanidad.

Yo los sigo desde que hacían reggae. ¿Qué canción les hizo cambiar de registro?

Las de Juaneco y su Combo, cuando fuimos a Tarapoto y nos pasaron un disco suyo. En la selva me pasé de vueltas al conocer su música y su espíritu festivo. Descubrí el punto de conexión entre nuestra música popular y la extranjera. Siempre me gustó la música instrumental y, al descubrir que Juaneco hacía lo mismo, me dije: “Esto está hecho para mí”. También noté que la música jamaiquina tenía vínculos, un paralelismo con la cumbia, por una cuestión de ritmo, piel y sensibilidad.

¿Sodoma y Gamarra es un disco de música urbana?

Queremos romper paredes y prejuicios, y crecer junto con nuestro público. Este es un disco que parte en la costa, pasa por la sierra y llega a la selva. Dina Páucar ha colaborado en una canción y, cosa poco común en nosotros, les hemos puesto letras a dos canciones. El título se debe a que no hay nada más representativo de la peruanidad de nuestros días que Gamarra. Dentro de unos años, Gamarra va a ser como el Times Square.

¿Bareto es un grupo para relajarse, para divertirse o para pensar?

Yo creo que uno puede pensar, relajarse, descubrirse y divertirse bailando. Bareto es un grupo para bailar, curarse y ser peruano.

Publicado con el título: “Bareto es un grupo para bailar, curarse y ser peruano” en el diario Perú 21 del 17/02/2010