Hasta inmediatamente antes del tiempo que nos toca vivir, las ideas acerca de lo trascendente, sobre aquello que está más allá de la vida cotidiana, se basaba en suposiciones, en especulaciones puramente mentales o en actos de fe (filosofías y religiones) o en experimentos de laboratorio, fragmentarios, (ciencia), centrados únicamente en algunos de los aspectos que conforman la realidad.
De ideas y experimentos parciales surgían, pues, visiones también fragmentadas, limitadas de la realidad, del mundo y de la vida. Visiones parciales en conflicto con otras visiones limitadas.
Pero hoy los caminos van encontrando un punto de convergencia en el horizonte de lo que realmente ES, de lo que realmente EXISTE. Porque si la verdad es LA VERDAD, todos los caminos tienen necesariamente que conducirnos finalmente a ella, inevitablemente.
Y, afortundamente, el tiempo en que ciencia y espiritualidad convergen, iluminando la verdad en toda su esencial magnitud, ha llegado. Ha llegado para descubrirnos la absoluta e ilimitada presencia del UNO, de la unidad, en la cual todo y todos, somos y existimos, sin límite de tiempo ni de espacio. Interactuando, condicionándonos, influyéndonos mutuamente.
¡Señoras y Señores!, cordiales amigos, ¡bienvenidos a la realidad de la realidad! Conociéndola, siendo concientes de ella, ya no seremos mas víctimas del azar sino que, con certeza absoluta, comprenderemos que nuestra forma de pensar es nuestra forma de crear el tipo de realidad en la que elegimos vivir.
¡Bienvenidos CREADORES, pónganse cómodos… después de ver está excepcional película ya no serán mas los mismos! (Jesús Hubert)
De ideas y experimentos parciales surgían, pues, visiones también fragmentadas, limitadas de la realidad, del mundo y de la vida. Visiones parciales en conflicto con otras visiones limitadas.
Pero hoy los caminos van encontrando un punto de convergencia en el horizonte de lo que realmente ES, de lo que realmente EXISTE. Porque si la verdad es LA VERDAD, todos los caminos tienen necesariamente que conducirnos finalmente a ella, inevitablemente.
Y, afortundamente, el tiempo en que ciencia y espiritualidad convergen, iluminando la verdad en toda su esencial magnitud, ha llegado. Ha llegado para descubrirnos la absoluta e ilimitada presencia del UNO, de la unidad, en la cual todo y todos, somos y existimos, sin límite de tiempo ni de espacio. Interactuando, condicionándonos, influyéndonos mutuamente.
¡Señoras y Señores!, cordiales amigos, ¡bienvenidos a la realidad de la realidad! Conociéndola, siendo concientes de ella, ya no seremos mas víctimas del azar sino que, con certeza absoluta, comprenderemos que nuestra forma de pensar es nuestra forma de crear el tipo de realidad en la que elegimos vivir.
¡Bienvenidos CREADORES, pónganse cómodos… después de ver está excepcional película ya no serán mas los mismos! (Jesús Hubert)
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