domingo, septiembre 11, 2016

Camilo, el hijo del Che, habla acerca de la caida de la URSS, Cuba y el futuro del socialismo_Entrevista de Oleg Yasinski / POLITIKA

 
Que importante es poder conocer las reflexiones acerca de temas esenciales para nuestro futuro como humanidad de alguien que, dificilmente, puede traicionar el legado político e histórico de su propio padre.

El objeto de la reflexión a la que nos referimos es la realidad del mundo en el que vivimos, acorralado por un sistema económico que niega las condiciones más elementales de supervivencia para la Tierra y sus habitantes y, en particular, los avatares en que se debaten las ideas de auténtica transformación social que intntan hacer frente al sistema capitalista, especialmente en el caso de Cuba, que es el único pueblo que aun persiste, con todas sus contradicciones y limitaciones, en el proyecto socialista.

Y, la persona a la que nos referimos es nada menos que Camilo Guevara March, el tercer hijo de Ernesto "Che" Guevara. Escuchémoslo. (Jesús Hubert)

Qué duda cabe que hace falta una reflexión de fondo sobre el socialismo. El sueño de miles de millones de seres humanos, antes de que las experiencias del "socialismo real" desaparecieran sin pena ni gloria, comenzando por la URSS. POLITIKA ofrece esta vez una entrevista realizada por el periodista Oleg Yasinski a Camilo Guevara. Las palabras de Camilo tienen el mérito de suscitar el debate y la controversia. Evitando el silencio sepulcral que los admiradores del "socialismo real" han mantenido desde el año 1991... (POLITIKA)



“Si la izquierda toda,
olvidémonos del signo que sea cada uno,
se uniera por un segundo, al status quo
solo le quedaría de vida ese mismo segundo”

ENTREVISTA CON CAMILO GUEVARA

Coordinador de los Proyectos Alternativos del
CENTRO DE ESTUDIOS CHE GUEVARA

La idea de esta entrevista nació hace varios años en Kiev, capital de Ucrania. Un amigo periodista, Andrey Manchuk, había conocido a Camilo Guevara en un viaje a Cuba gracias a la ayuda del Instituto Cubano de Amistad de los Pueblos. Allí Camilo contó algunos anécdotas de sus estudios en la URSS, demostrando un notable manejo del léxico vulgar ruso, entre otras virtudes. Pensé en lo interesante que sería hacerle un par de preguntas sobre la perestroika y las causas de la caída de la Unión Soviética.
Jamás imaginamos, en esos días, que en nuestra Ucrania se instalaría la nefasta ultraderecha nacionalista; que conocidos y amigos morirían en el proceso; que los libros de Andrey serían prohibidos y él, como muchos ciudadanos honestos, sería amenazado y perseguido.
Entre tanta locura, varios ideólogos nacionalistas afirmaron que el Che Guevara es uno de sus héroes ya que, según ellos, admiraba a la guerrilla nacionalista ucraniana y hasta aprendió de ella. Sentí eso como un agravio personal. Tuve ganas de hablar urgente con alguien de la familia del Che para que respondiese a esa infamia.
Tiempo después, invitado a Cuba por unos amigos luchadores por la paz colombianos, me acordé de esto y escribí a Camilo. Luego, tras unos cafecitos en su trabajo, en el Centro de Estudios Che Guevara, pensé que seria bueno convertir esta conversación en una la entrevista y abordar no sólo la situación ucraniana, sino la de la izquierda latinoamericana y mundial.
Así se gestó esta conversación realizada por email, la que seguramente será un testimonio más de este confuso momento histórico, tan distante todavía de nuestros sueños. Siento estas palabras no sólo como opiniones, sino también como posible material de construcción de puentes entre los tiempos y los mundos, hoy fragmentados por el neoliberalismo.
Ernesto Guevara, padre del entrevistado —y tal vez también de una generación entera de quienes supieron despertar, soñar despiertos y poner sus vidas y sus muertes por un mundo mejor, sin pedir nada a cambio— es una de esas pocas personas que, sin alcanzar muchos éxitos tangibles en su momento, han logrado alumbrar a la humanidad con una luz que nos queda para siempre.
José Martí dijo, en un artículo escrito en el exilio, que "patria es humanidad". La mirada de Camilo Guevara nos parece un importante aporte en la construcción o el rescate de esta patria, porque simplemente le tocó, además de ser hijo del Che, ser un hijo común de un pueblo tan especial como el cubano. Es común, porque muchos en esta isla siguen caminando en esta dirección y tal vez es lo único que realmente importa.
1. Camilo, viviste y estudiaste en la URSS, ¿cuáles fueron los momentos y experiencias que más te marcaron durante esa estadía?
El primer encuentro con Moscú fue muy especial, nunca se me ha borrado, y mira que tengo mala memoria. También fue el primer viaje fuera de mi país, estaba un poco eufórico, aunque creo que no se notaba.
Lo que conocía hasta entonces de la Unión Soviética era por medio del testimonio de otros y la información obtenida en los medios, sumado a algo de la literatura soviética y pre soviética, principalmente rusa, y muchos filmes y documentales. Incluso, llegué a tener profesoras de ruso cuando estudiaba en los Camilitos. Todo esto era como un reflejo, algo etéreo. Nunca había estado en Rusia, y realmente tenía una imagen muy edulcorada e irreal de ese gran país.
Llegué a Moscú en septiembre del 81, con apenas diecinueve años. Tú sabes lo que eso implica. Estaba lleno de aspiraciones, algunas mundanas, otras más elevadas. Esa noche fue fresca, casi fría, y al respirar el aire de Moscú tuve una rarísima sensación. Tenía una idea cercana de cómo debían ser las cosas, esas que se pueden tocar y ver, pero me faltaba probar los olores, respirar el aire, sentir las estaciones. La llegada de nuestro grupo no fue para nada interesante. Más bien pasamos inadvertidos, sin bombos, ni platillos. Sin embargo para mí fue, como ya dije antes, muy especial.
Después tuve momentos muy gratos que recuerdo con calidez. Vivencias que marcan mucho. Un sinfín de cosas que si no las hubiera vivido seguro sería hoy otra persona.
Siento un gran afecto por aquel pueblo que fue tan hospitalario, solidario y cariñoso con los cubanos. Su historia, su literatura, su arte me son caros. Siento como míos sus fracasos y victorias. Los llegue a querer como a los propios.
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lunes, agosto 29, 2016

"De hombres y dioses", una película esencial




La película que a continuación comparto con ustedes es un sacudón a la rutina y al embotamiento del espíritu.


En una sociedad que nos invita al confort, al placer y a la comodidad es una historia propia de “locos”. La de una comunidad de monjes católicos en la Argelia de los noventas, en medio de un pueblo islamita.

No se trata de una confrontación de credos religiosos diferentes, no. Son páginas de tragedia que arden en la hoguera islámica, surgida como respuesta a la ambición rapaz de occidente. Hombres auténticamente religiosos, lejos del catolicismo formalista, que se ven confrontados por situaciones límite en la que sus vidas solo valen como apuesta por el amor fraterno, la trascendencia y la fidelidad al Maestro.


Lo que verán, oirán y reflexionarán, vale para cualquier tiempo porque late de manera evidente y conmovedora la condición divina del hombre que se manifiesta a pesar de la debilidad y la fragilidad de la carne, cuando hay conciencia de que la vida no termina con la muerte y que cada existencia tiene un sentido. (Jesús Hubert)

Para acceder al enlace de la película, presionar la imagen:

http://www.maxcine.net/de-dioses-y-hombres-of-gods-and-men/


sábado, agosto 13, 2016

Bandas criminales & Estado: La asociación del apocalipsis_ Escribe: Oscar Balderas / Medios CC/CL / INICIATIVA DEBATE





Pocas veces, como al compartir esta historia, he sentido con tanta intensidad y estremecimiento, que hay situaciones de la vida real que superan ampliamente, en este caso, en su horror infinito, a la fantasia, literaria o cinematográfica.

Lamentablemente no se trata de una pesadilla imaginada. Es el trasfondo escalofriante de la descomposición de nuestras sociedades latinoamericanas y lamentablemente, en la que llevan la trágica vanguardia, los paises centroamericanos. 

Ya no se trata únicamente de los abismos sociales y económicos que claman un cambio urgente y definitivo, no. Es la degradación de la vida civilizada y la disolución de los causes institucionales mínimos que garantizan la convivencia humana. La delincuencia organizada, al rededor del negocio de la droga, ha desbordado todas las formas conocidas de violencia y de salvajismo. No sabemos si peores o iguales que las hordas mercenarias del pseudo fundamentalismo religioso del llamado Estado Islámico en otras latitudes, pero lo cierto es que ambos caballos del apocalipsis avanzan sin dique alguno, arrasandolo todo.

La sociedad humana está siendo triturada desde la cúspide de la escala social, por el poder económico y político y desde la base misma del cuerpo social, a través del crimen institucionalizado.

Las bandas criminales se entremezclan, se asocian y se confunden con los funcionarios corruptos de los estados. Ya no hay autoridad confiable. Es más, las mismas bandas usan la institucionalidad de los gobiernos, nacionales y locales, para liquidar a sus competidores en el negocio mafioso y criminal.

¿Que hacer? Si los estamentos sanos de nuestras sociedades no reaccionamos, estamos asistiendo, sin duda alguna, al final de la civilización humana.

¿Y tiene que ver esto con el sistema económico y social que nos rige? Por cierto que si. Vivimos inmersos en un universo basado en el valor supremo del dinero como fin último para todo ser humano. Por el dinero se engaña, se traiciona, se roba y se mata. Alli está la raiz, a la vez estructural y axiológica, del drama que vivimos. 

No dejen de leer el siguiente informe. Después de hacerlo, ya no serán los mismos. (Jesús Hubert)

Sobrevivir a lo imposible: mis 7 años como esclava sexual de Los Zetas y Cártel del Golfo

Por Medios CC/CL 12/08/2016


Daniela fue raptada en Nicaragua por narcos mexicanos para prostituirla en Tamaulipas. Después de un largo secuestro, huyó y narra a VICE News cómo es el negocio del sexo manejado por los cárteles: chips bajo la piel y clientes que pagan por torturar 



Oscar Balderas | news.vice.com | 10/08/2016


Una mujer aterrada viaja en una camioneta que recorre Tamaulipas, México. No sabe a dónde va y para qué. Sólo sabe que si se quita la venda de los ojos, la ejecutarán. Que esos hombres armados que la custodian son tan sádicos que parecieran paridos en el infierno. Y que ese podría ser su último día con vida.

Esa mujer desciende con miedo de la camioneta. Las piernas le tiritan mientras entra a una quinta grande, polvosa, aislada bajo el calor desértico de la frontera entre México y Estados Unidos. Le ordenan quitarse la venda y avanza detrás de los hombres armados. Atraviesa una habitación, otra, un pasadizo, un túnel. La mansión se va oscureciendo mientras desciende unas escaleras y sus ojos se fijan en una luz tenue y roja que cubre todo lo que hay en un sótano casi sin muebles: cuerpos desnudos y encadenados a las columnas que van de techo a piso.

Ahí hay jóvenes que agonizan. Desvanecidas, sostenidas sólo por cadenas. Que balbucean a través de hilos densos de saliva y sangre. Que parecen estar en sus últimas horas de vida. Y alrededor de ellas merodean hombres que sonríen y las violan, ríen y las golpean, se tocan los genitales y las hieren con cuchillos.

Esa mujer asustada cierra los ojos. Cree que hay cuatro, cinco, seis mujeres. Sus custodios la obligan a mirar y, para evitar llorar, pone la mente en blanco y enfoca un altar y unas velas. La sangre que se esparce en el piso desprende un intenso olor a hierro, como de ferretería vieja, como sabor a moneda bajo la lengua.

Se pregunta en silencio ¿de dónde sacaron a esas mujeres?, ¿en dónde quedarán sus cuerpos? Y cuando pregunta en voz alta por qué le hacen eso a las jóvenes, un hombre armado, con gesto “aburrido” responde con naturalidad “porque esos clientes son buenos y pagaron mucho dinero”.
Entonces esa mujer aterrorizada cae en la cuenta: está ahí para saber que ese es el destino “normal” para una esclava sexual que, como ella, está secuestrada por un cártel. Así es la vida en cautiverio cuando el cerrojo lo tiene el Cártel del Golfo.

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martes, julio 26, 2016

Nueve años después....¿ a dónde vamos?_ A propósito del aniversario de nuestro blog





"Estudien mucho para poder dominar la técnica
que permite dominar la naturaleza.
Acuérdense que la revolución es lo importante
y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir
en lo más hondo cualquier injusticia cometida
contra cualquiera
 en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda de un revolucionario.”

Carta de despedida a sus hijos del Che Guevera


"Mis compañeros trabajadores lucharon mucho por las ocho horas de trabajo y ahora están consiguiendo seis horas. Pero el que consigue seis hora se consigue otro trabajo, por tanto trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la motito que compró, el autito que compró. Y pague cuotas y pague cuotas. Y cuando quiere acordar es un viejo reumático como yo y se le fue la vida.

Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?

Estas cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor, arriba de la tierra, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental!

Precisamente, porque eso es el tesoro más importante que tiene. Cuando luchamos por el medio ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana."

Discurso de José Mujica, Presidente del Uruguay, en la Cumbre Río+20


Ayer, 25 de Julio, se cumplieron 9 años de que estamos juntos a través de este blog. Últimamente con menos frecuencia, pero siempre con la misma pasión de compartir.

Los silencios son también interiores. Cuando no hay algo que se sienta la necesidad de participar al  otro, es porque la vida solo está pasando por fuera de nosotros.

Pero algo nos estremece, nos emociona o nos hace caer en la cuenta de una verdad, entonces es que surge el impulso de que ustedes también lo vean, lo lean o lo escuchen. Una forma muy de este tiempo, de ser el prójimo del otro, desconocido, pero próximo en las mismas inquietudes que nos hacen vivir o no nos dejan hacerlo.

Solo cambia la piel, los ojos o la experiencia, pero somos el mismo ser, en tiempos y latitudes distintas. La misma esencia, el mismo nacimiento, la misma angustia, la misma muerte y la misma, eterna, resurrección…al infinito.

Un 26 de Julio, como hoy, en 1953, se abrió el camino revolucionario de Cuba con el asalto al cuartel Moncada y años después, Fidel Castro, supo convertir esta derrota en victoria. El dictador Batista cayó y una nueva etapa se abrió para las ex colonias europeas en América, que despertaban a las cadenas del capital norteamericano.

La historia de lo que vino después, la conocemos. A favor o en contra, pero no podemos ignorarla. La caída del Che, en Bolivia y de Allende, en Chile nos dieron el baldazo helado para comprender que la revolución no estaba y no está, no puede estarlo, en las condiciones de conciencia de las mayorías, a la vuelta de la esquina.

Estos años han transcurrido entre el sacrificio heroico del pueblo cubano y del Che y del viraje de Chile y también del triunfo en tres periodos electorales, no se olvide, del Frente Amplio en Uruguay. Entre el Che y Pepe Mujica ha transcurrido nuestra historia con mayúscula.

Chávez, lamentablemente, aun es la frustración de un discurso que no ha logrado transformar estructuras económicas, de propiedad y poder real. En realidad un capitalismo vergonzante y vergonzoso. Lamentable.

Queda también, discretamente comentado por la prensa internacional, los triunfos económicos y sociales de Evo, en Bolivia. Pero no se puede negar la historia eternamente. Por sus frutos los conocerán. Y en el pobre Brasil: el populismo, sin transformación de las estructuras de propiedad y poder, es el camino seguro a la corrupción y a la traición, en fin...

Y sin equivocarnos, los picos más altos de la destrucción del tejido social, que pone en peligro la misma civilización humana, no es solo el ecocidio inescrupuloso de nuestro habitat por el gran capital, sino la descomposición de nuestras sociedades por la delincuencia, especialmente del narcotráfico,  el dramático caso de México, que se entreteje funcionalmente con el poder político corrupto, entremezclandose en una macabra alianza contra el pueblo. Mientras que a nivel del mundo, el negocio de la guerra disfrazado de fundamentalismo religioso, nos amenaza con el apocalipsis final.

A partir de este nefasto horizonte, la superación del modelo capitalista mundial, es decir la visión interesada del poder fáctico, asumida e internalizada por las mayorías de la vida como negocio, a cualquier precio, no es solo un tema ideológico sino de urgente necesidad para la supervivencia de la humanidad.

De la dureza y el martirio del Che hemos pasado a la reflexión sobre una verdad más grande que una montaña. Lo ha dicho Pepe Mujica, no puede haber ningún esfuerzo por el cambio social que no deba luchar por la felicidad del hombre concreto, más allá de las controversias y las ideologías, lo importante es el bienestar de cada ser humano

La realidad del Perú y de los hermanos de América es que el gran capital es cada dia más rapaz e inescrupuloso y por la tecnología reduce cada vez más su demanda y creación de empleo. El nuevo proletario es el emprendedor de a pie, que se “auto emplea” para poder comer y dar de comer a otros.

Lamentablemente, aun nuestras izquierdas siguen prisioneras de los esquemas apolillados y desfasados. Esa multitud de emprendedores, es un sector que por su inserción y presencia decisiva en la economía puede ser un factor político clave. Pero está disperso, inconsciente, desperdiciado para el cambio social y fácil de ser condicionado por el gran capital y por las mafias políticas en el poder.

Que el pequeño capital pelee el poder al gran capital ya sería un gran cambio, mientras se educa a la multitud,  se cambian las conciencias embrutecidas por el archi consumo y por la esclavitud de las tarjetas de crédito.

Ser empresario o emprendedor no es malo, en si mismo. La conciencia de pais común , la lucha solidaria, la conciencia de pueblo postergado y de pertenecer a una Patría mayor….¡América!, pueden hacer la diferencia. ¡Comencemos! (Jesús Hubert)