lunes, diciembre 22, 2008

Recuperar lo esencial de la Navidad_Escribe: Isabella Di Carlo


Regresemos a la esencia; la esencia es siempre el territorio de lo eterno, de lo verdadero, de lo sagrado. Admitamos que si bien la esencia de Dios es espiritual no siempre han sido espirituales las iglesias. La historia está plagada de ejemplos de cómo “a nombre de Dios” se han emprendido, atentados, cruzadas y guerras. Así con una religión buena para algunos, pero no tan buena para otros, pierde parte de su sentido la celebración del nacimiento de Quien encarnó a Dios de forma completa.

Regresar a la esencia de la Navidad es conquistar la dimensión espiritual de la vida, que no es una dimensión “religiosa”, es ir más allá de separarnos en católicos protestantes, musulmanes, judíos y budistas; es ir incluso más allá de dividirnos en ateos o creyentes y comprender que el templo es la vida; su cúpula el cielo azul; el ritual el del encuentro con el otro que nos permite ser, conocernos, revelarnos y la música es el canto de las aves, el sonido de las mareas; los cirios que alumbran la ceremonia danzan juntos, son la luna y el sol.

Regresar a la esencia de la Navidad es no dejarse atrapar por la maquinaria del marketing y el consumo. No debemos subestimar el poder del enemigo si deseamos vencer, su poder es grande. La publicidad está realizada por gente muy inteligente que domina muy bien los mecanismos del inconsciente; en otras palabras saben cómo manipular el deseo y lo hacen sin ningún remordimiento. Vencer es posible, no dejarse manipular es sinónimo de vencer; comprender que no seremos más felices por ser grandes consumidores es vencer. Comprender que un coche más grande, más nuevo, más rápido, más lujoso no resuelve nada de lo que importa es vencer.

Importa amar y ser amado, importa la salud y la salud está directamente relacionada a la paz interior; importa ser feliz y la felicidad real viene de ser, no de tener. Navidad es nacimiento, pero no sólo Su nacimiento, es nuestro nacimiento, el de nuestra consciencia. Vivir naciendo es vivir aprendiendo, vivir constantemente construyéndonos, así la vida es una aventura, un arte, un poema; así no necesitamos tantos estimulantes, ni tantos viajes, ni tantos lujos; lo sencillo es más que suficiente para conmovernos, porque estamos abiertos, porque estamos vivos.

FELIZ NAVIDAD!!!!

Tomado de la pàgina web: http://www.anahataediciones.com

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