lunes, octubre 04, 2010

China: El "comunismo" que el capitalismo necesita_ Diario El Peso (Argentina)




La necesidad de una sociedad equitativa en sus posibilidades de realización humana, sigue en pie. Pero hay que estar alertas.

Términos como "socialismo" y "comunismo" se escriben y suenan igual que siempre, sin embargo sus concreciones históricas ya no corresponden a los objetivos e ideales que les dieron origen.

Es el caso de China. Inicialmente su propuesta de sociedad apuntaba al objetivo de crecer economicamente para distribuir equitativamente la riqueza al interior de su teritorio, pero hoy eso es absolutamente insuficiente.

Mas aun cuando el copamiento y control de la economía mundial por las empresas transnacionales ha ido adecuando e incorporando a su propia división internacional de la producción, a la China "comunista", poniéndola como una locomotora subordinada y al servicio de la producción anárquica e irracional capitalista, que alimenta un consumismo materialista, sin límite ni medida, el cual está depredando y desequelibrando aceleradamente la ecología del planeta.

Conozcamos, pués, algunos detalles de este gran “cuento chino”. (Jesús Hubert)


[S.M.D./Diario El Peso] El pasado 1 de Octubre, cerca de 200.000 personas celebraron los 60 años del régimen comunista chino en la emblemática plaza de Tiananmen, otrora escenario de una de las matanzas políticas más cruentas del siglo XX. El gran espectáculo incluyó una extraordinaria exhibición de poderío bélico y un desfile multitudinario de tropas.

La masa exacerbada observó con admiración al mayor ejército del mundo, ostentando sus nuevos armamentos entre los que había 150 aviones caza de última generación, 500 vehículos armados, misiles balísticos intercontinentales con capacidad de llegar a los Estados Unidos, entre otros artefactos.

Como broche de oro de la ceremonia, el célebre actor de artes marciales de Hong Kong Jackie Chan clausuró los festejos entonando la conocida canción titulada “País”, oda a la “unidad del imperio del medio”. Atrás quedaron los tristes y recientes episodios que culminaron con cientos de muertos en la provincia interior de Xingjian.

Según el FMI, el gigante asiático es el tractor responsable de más del 70% del crecimiento mundial desde 2008. El triunfo de la economía china ha generado el surgimiento de nuevos evangelistas que sostienen la tesis de que éste éxito es inseparable de su sistema político.

Esta suerte de neo-capitalismo encuentra en un sistema sin equilibrio de poderes, sin garantías individuales ni control posible sobre las autoridades, el escenario ideal para el desarrollo de sus inversiones. La “seguridad jurídica” requerida excluye todo derecho que no facilite comprar o vender.

Deng Xiaoping paradigma político del modelo chino desde la muerte deMao Tsé Tung desmanteló el sistema de comunas y otorgó amplia libertad de producción para el mercado, a la vez que mantuvo un férreo control sobre cualquier otro tipo de libertades sobre todo las individuales.

Si en la civilización occidental los movimientos sociales nos transformaron de súbditos en ciudadanos y de ciudadanos en consumidores, en China se ha obviado el paso intermedio no sin cierto criterio económico.

Tanto Mao Tsé Tung como Deng Xiaoping compartieron una misma idea pero de diferentes perspectivas. Mao instauró una maquinaria estatal “eficiente” en algún sentido e inmune a los costos burocráticos y económicos que implica el respeto de las libertades individuales. Deng Xiaoping encontró las coincidencias reales entre el sistema capitalista y el sistema político chino ambos afines a una eficiencia pragmática que intenta maximizar las utilidades y minimizar los gastos. La simbiosis sólo era cuestión de tiempo.

¿Por qué las grandes empresas multinacionales invirtieron en China? Por que sus costos generales eran más bajos que en los países más evolucionados desde el punto de vista institucional. China creció 9.6% anual promedio durante 30 años; su economía es hoy 13 veces mayor que en 1978.

Deng Xiaoping dijo que: “…para lograr el desarrollo de la productividad, se propuso evitar cuidadosamente la polarización social y política”. El ideal administrativo de cualquier corporación occidental actual coincide con esta visión.
En este sentido, a Deng Xiaoping no le importó en su momento pagar los costos de la matanza de Tiananmen, ni vaciló su sucesor en provocar otra matanza en 2009 como la de Xingjian.

La visión del actual Secretario General del Partido y Presidente de la República Popular Hu Jintao, coincide con la de sus antecesores pero agrega una nueva perspectiva: la globalización otransnacionalización del neocapitalismo al estilo chino en la sociedad mundial. Desde los templos de la economía mundial [Chicago, Harvard, etc.] los nuevos evangelistas están anunciando y esperan ansiosos la llegada del nuevo reino.

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