jueves, marzo 06, 2008

¿Bailaremos todos cumbia colombiana?_Escribe Guillermo Giacosa / Perù 21


Un cable procedente de Francia expresa: El ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, reconoció hoy que el jefe guerrillero colombiano Raúl Reyes, muerto el sábado en un ataque militar colombiano en Ecuador, era el "contacto de Francia" en las negociaciones para la liberación de Ingrid Betancourt. "Son malas noticias que el hombre con el que estábamos hablando, con el que tuvimos los contactos, haya sido abatido".

No suena, como algo más allá de la casualidad, que el contacto para la liberación de Ingrid Betancourt haya sido la víctima elegida por las fuerzas armadas colombianas y que, para ello, se hayan arriesgado a propiciar un conflicto internacional con Ecuador. Es evidente que las liberaciones obtenidas hasta el presente han otorgado un crédito al presidente Chávez que resulta inadmisible para Washington. Haber avanzado en el caso Betancourt hasta lograr su liberación hubiese aumentado ese crédito y, por lo tanto, los organismos de inteligencia gringos se esmeraron por frustrar dicho acontecimiento. Obvia decir que las consideraciones de carácter humanitario no es tema que preocupe, como lo podemos apreciar diariamente en Irak y en Afganistán, ni a la Casa Blanca, ni al Pentágono, ni al Departamento de Estado de los EE.UU., ni tampoco creo que sean las que le quitan el sueño al presidente Uribe. Estoy convencido de que la maniobra fue ordenada desde el Norte del continente, y Colombia, que recibe mucho dinero al año de la superpotencia para combatir la guerrilla, actuó en cumplimiento de los acuerdos a los que ese dinero obliga.

Uribe fue elegido democráticamente por sus posturas radicales frente a las FARC y el ELN, y está en su derecho combatirlos. Lo que resulta incomprensible es que esos ataques se hayan producido en medio de un proceso de liberación de rehenes, que hayan estado dirigidos hacia quien los lideraba y, además, que los hayan efectuado violando las fronteras de un país vecino.

¿Es un mensaje de estilo bushiano cuyo contenido real dice: nada nos detendrá, tenemos la fuerza suficiente para actuar como nos plazca? Hace años que se advierte que el conflicto colombiano puede extenderse a los países vecinos. ¿Hemos entrado ya en esa etapa? ¿A quién conviene que esto ocurra? Sin duda, a EE.UU., el mayor vendedor de armas del planeta que, obsesionado por asegurarse (o apropiarse) de recursos energéticos aplica, luego del fracaso del ALCA, la rentable política de "divide y reinarás". Así, aparentemente, no arriesga vidas de compatriotas, pues eso ocasiona desgaste político, con la consiguiente merma en el número de votos, y se sienta a esperar que le sirvan la mesa con cada país, indefenso por su pequeñez frente al tragaldabas, a fin de almorzárselo a gusto. Sudamérica unida no es un bocadillo despreciable, pero el bocado no le entra en la boca y podría provocarle disturbios estomacales.

Ya saldrán los defensores locales de EE.UU. y, como siempre, el indefenso público terminará creyendo que la culpa es de Fidel, de Chávez y hasta quizá de Ahmadinejad.

Tomado de la ediciòn internet del Diario Perù 21 del 06/03/08

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