domingo, julio 13, 2008

Tres crisis llegaron juntas:Alimentos, energia y finanzas_Escribe: Ignacio Ramonet(*)


No había ocurrido jamás. Por vez primera en la historia económica moderna, tres crisis de gran amplitud -financiera, energética, alimentaria- están coincidiendo, confluyendo y combinándose. Cada una de ellas interactúa sobre las demás. Agravando así, de modo exponencial, el deterioro de la economía real.

No había ocurrido jamás. Por vez primera en la historia económica moderna, tres crisis de gran amplitud -financiera, energética, alimentaria- están coincidiendo, confluyendo y combinándose. Cada una de ellas interactúa sobre las demás. Agravando así, de modo exponencial, el deterioro de la economía real. Por mucho que las autoridades se esfuercen en minimizar la gravedad del momento, lo cierto es que nos hallamos ante un seísmo económico de inédita magnitud. Cuyos efectos sociales apenas empiezan a hacerse sentir y que detonarán con toda brutalidad en los meses venideros. Lo peor nunca es seguro y la numerología no es una ciencia exacta, pero el año 2009 bien podría parecerse a aquel nefasto 1929...

Como era de temer, la crisis financiera sigue agudizándose. A los descalabros de prestigiosos bancos estadounidenses, como Bear Stearns, Merrill Lynch y el gigante Citigroup, se ha sumado el desastre reciente de Lehman Brothers, cuarta banca de negocios que ha anunciado, el pasado 9 de junio, una pérdida de 1.700 millones de euros. Por ser su primer déficit desde su salida en Bolsa en 1994, esto ha causado el efecto de un terremoto en una América financiera ya violentamente traumatizada.

Cada día se difunden noticias sobre nuevos quebrantos en los bancos. Hasta ahora, las entidades más afectadas han reconocido pérdidas de casi 250.000 millones de euros. Y el Fondo Monetario Internacional estima que, para salir del desastre, el sistema necesitará unos 610.000 millones de euros (o sea, el equivalente de ¡dos veces el presupuesto de Francia!).

La crisis comenzó en Estados Unidos, en agosto de 2007, con la morosidad de las hipotecas de mala calidad (subprime) y se ha extendido por todo el mundo. Su capacidad de transformarse y de extenderse mediante la proliferación de complejos mecanismos financieros hace que esta crisis se asemeje a una epidemia fulminante imposible de atajar.

Las entidades bancarias ya no se prestan dinero. Todas desconfían de la salud financiera de sus rivales. A pesar de las inyecciones masivas de liquidez efectuadas por los grandes bancos centrales, nunca se había visto una sequía tan severa de dinero en los mercados. Y lo que más temen algunos ahora es una crisis sistémica, o sea que el conjunto del sistema económico mundial se colapse.

De la esfera financiera la crisis se ha trasladado al conjunto de la actividad económica. De golpe, las economías de los países desarrollados se han enfriado. Europa (y en particular España) se halla en franca desaceleración, y Estados Unidos se encuentra al borde de la recesión.

Donde más se está notando la dureza de este ajuste es en el sector inmobiliario. Durante el primer trimestre de 2008, el número de ventas de viviendas en España cayó el ¡29%! Cerca de dos millones de pisos y de chalets no encuentran comprador. El precio del suelo sigue desmoronándose. Y el alza de los intereses hipotecarios y los temores de recesión hunden el sector en una espiral infernal. Con feroces efectos en todos los frentes de la enorme industria de la construcción. Todas las empresas de estas ramas se ubican ahora en el ojo del huracán. Y asisten impotentes a la destrucción de decenas de miles de empleos.

De la crisis financiera hemos pasado a la crisis social. Y vuelven a surgir políticas autoritarias. El Parlamento Europeo ha aprobado, el pasado 18 de junio, la infame "directiva retorno". Y las autoridades españolas ya han proclamado su voluntad de favorecer la salida de España de un millón de trabajadores extranjeros...

En medio de esta situación de espanto se produce el tercer choque petrolero. Con un precio del barril en torno a los 140 dólares. Un aumento irracional (hace diez años, en 1998, el barril costaba menos de 10 dólares...) debido no sólo a una demanda disparatada sino, sobre todo, a la acción de muchos especuladores que apuestan por el alza continua de un carburante en vías de extinción. Los inversores huyen de la burbuja inmobiliaria y desplazan masas colosales de dinero porque apuestan ahora por un petróleo a 200 dólares el barril. Se está así produciendo una financiarización del petróleo.

Con las consecuencias que vemos: formidable subida de los precios en las gasolineras, y estallidos de ira por parte de pescadores, camioneros, agricultores, taxistas y todos los profesionales más afectados. En muchos países, mediante manifestaciones y enfrentamientos, estas profesiones reclaman a sus Gobiernos ayudas, subvenciones o reducciones de la fiscalidad.

Por si todo este contexto no fuese lo bastante sombrío, la crisis alimentaria se ha agravado repentinamente y ha venido a recordarnos que el espectro del hambre sigue amenazando a casi mil millones de personas. En unos cuarenta países, la carestía actual de los alimentos ha provocado levantamientos y revueltas populares. La Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del pasado 5 de junio en Roma sobre la seguridad alimentaria fue incapaz de alcanzar un acuerdo para relanzar la producción alimentaria mundial. También aquí, los especuladores en fuga del desastre financiero tienen una parte de responsabilidad porque apuestan por un precio elevado de las futuras cosechas. De modo que hasta la agricultura se está financiarizando.

Éste es el saldo deplorable que deja un cuarto de siglo de neoliberalismo: tres venenosas crisis entrelazadas. Va siendo hora de que los ciudadanos digan: "¡Basta!". www.ecoportal.net

(*)Ignacio Ramonet es Director de Le Monde Diplomatique

Tomado de la pàgina web: http://www.ecoportal.net/content/view/full/79938
Publicado con el titulo: "Alimentos, energía y finanzas. Las tres crisis" 13-07-08,

Si no hay agua..¿podrias beber oro?_Selecciòn: Florinda Ramos Gil

Al mismo metal oro podria aplicarse aquello de que "no todo lo que brilla, es oro".

O mejor dicho, como en este caso: no porque brille el oro, es valioso, cuando su explotaciòn atenta contra un elemento fundamental para la vida: el agua.

Quienes solo valoran las macro-cifras de crecimiento econòmico y progreso, a cualquier precio, el breve informe que ha seleccionado nuestra co-editora , no les importarà mucho, pero las consecuencias, en un tiempo no muy lejano, nos alcanzarà a todos, incluyendo a los indiferentes y tambièn, a los propios contaminadores y a sus complices. (Jesùs Hubert)

Agua, Contaminación y Veneno: Cuando el agua vale más que el oro

El agotamiento del agua es una de las principales consecuencias negativas de la minería aurífera, como lo demuestran los estudios de los casos del Lago Cowal, Pascua Lama y los Shoshones occidentales, en Chile.

La gran cantidad de agua que se requiere para llevar adelante una explotación minera agrava el impacto de la misma en las comunidades locales, muchas de las cuales ya están experimentando sequías.

El consumo diario de agua en la mina de Barrick en el Lago Cowal supera al de todo el distrito de Lismore (Lismore, con una población de casi 30.000 habitantes, es un centro regional de capital importancia en la zona Northern Rivers del estado).

Desde que la mina inició sus explotaciones, el nivel del agua en sus inmediaciones disminuyó de 20 metros a 50 metros bajo el nivel del suelo. La mina tiene permiso para usar hasta 3.650 millones de litros de agua por año durante los próximos 13 años y probablemente superará esa cifra.

Mientras tanto, la región que rodea al yacimiento soporta ya su octavo año de sequía.

[1]En su mina de Pascua Lama, Barrick está perturbando 25,5 hectáreas de tres glaciares

[2] y ha pedido que se caven túneles por debajo de los glaciares. La exploración y la fase de cateo (1990’s) ya han sido vinculadas al agotamiento de los glaciares.

[3] Barrick intentó culpar del derretimiento al calentamiento global, pero esas afirmaciones fueron completamente refutadas.

[4]Además del derretimiento de los glaciares en gran escala, Barrick propone extraer agua adicional en Chile para hacer funcionar su mina y sus fábricas. El requisito estimado es de hasta 42 litros por segundo que se tomarían de los ríos Estrecho y Toro.

[5]Drenaje de ácidos mineros y contaminación con metales pesadosLa minería a cielo abierto genera gran cantidad de desperdicios por un rendimiento mínimo. En promedio, lleva 79 toneladas de desperdicios extraer una onza de oro, según una estimación conservadora realizada por la campaña No al Oro Sucio, proyecto de Herat Works y Oxfam. El proceso incluye triturar la mena, y luego exponerla al cianuro para extraer el oro. Los sulfuros que se hallan en las rocas trituradas interactúan con el aire y el agua para producir ácido sulfúrico, que a su vez produce drenaje de ácidos mineros (DAM).En sí y de por sí, el DAM es dañino para los ecosistemas porque vuelve al agua demasiado ácida para ser sustento de vida. Además, el ácido sulfúrico del DAM filtra de los desperdicios de la mena otras sustancias, tales como arsénico, cadmio, plomo y mercurio, que pueden tener efectos desastrosos sobre la salud y pueden contaminar el aire y el agua. La minería metalífera ha sido vinculada al 96 por ciento de las emanaciones de arsénico del mundo.

[6]Un informe reciente de la Universidad de Nevada halló concentraciones alarmantemente altas de mercurio en el aire circundante de una serie de minas auríferas de Nevada. La mayor concentración (3.120 ng/m3) se midió en la mina Marigold de Barrick. http://www.ecoportal.net/

Si desean leer el documento completo pueden consultar en formato pdf.: http://www.ecoportal.net/content/download/file/actualidad1596.pdf

EL ECOTERRORISMO DE PASCUA LAMA

Dentro de una semana dara comienzo la Tercera Reunión Binacional de Ecología a desarrollarse en la ciudad chilena de La Serena. El encuentro está auspiciado por la compañía minera Barrick Gold Comp.

Lo que pretende dicha compañía a través del encuentro es realizar un nuevo lavado de imagen de la empresa y sus actividades, negándose a reconocer el impacto ambiental, social y cultural de su nuevo proyecto: Pascua Lama. Pascua Lama es el primer proyecto mundial minero binacional que pretende realizar la compañía transnacional minera Barrick Gold en tres glaciares de la Cordillera de los Andes, sobre el límite fronterizo entre el norte de Chile y Argentina.

Estos glaciares son considerados una de las reservas acuíferas más abundantes y puras del mundo.

Con una inversión estimada en 2.500 millones de dólares y una vida de al menos 20 años, el proyecto consiste en la explotación y extracción de oro, cobre y plata localizados bajo tres glaciares milenarios que forman parte de la cuenca hidrográfica del Huasco, que alimenta gran parte de los ríos de la zona.

La minera Barrick Gold planea remover o trasladar estos glaciares y para ello cuenta con su propio plan, el Plan de Manejo de Glaciares, el cual una vez realizado le posibilitará extraer 17 millones de onzas de oro, 689 onzas de plata y 200.000 toneladas de concentrado de cobre. Las ganancias se estiman en 10.000 millones de dólares.

El proyecto fue aprobado por la Comisión Nacional del Medio Ambiente chileno en 2001. Los medios de comunicación y las autoridades se hicieron eco de las numerosas protestas contra el proyecto cuando en el 2004 la empresa solicitó una ampliación del área de explotación, para lo cual requería un nuevo estudio de impacto ambiental. En junio de 2005 la minera ofreció cancelar más de 60 millones de dólares a los dueños de los derechos de aguas y a los agricultores por posibles daños que se pudieran producir como consecuencia de la explotación minera.

Jorge Carrera / Chile