lunes, abril 07, 2008

Y…¿dónde està Dios?_ Escribe: Bertha Medina, desde Mèxico


Cuando era una adolescente llena de problemas, incomprendida y solitaria, vivía muchas malas situaciones.

Creo que no había un solo día sin que mi corazón o mis ojos lloraran.

Estaba tan cansada de ser diferente a los demás, harta de ser la loca de la familia, la loca del colegio y la loca de la colonia.

Un día llorando desconsolada escuché la voz de mi ángel Charly que me dijo:

- Refúgiate en Dios

Sus palabras me dejaron pensando…….Esa era una estupenda idea! Refugiarme en Dios, creo que fue la primera vez que creí que lo que yo tenia era un don.

Yo podía ver Ángeles, seres desencarnados, monos(*), energías, y auras, yo podía ver lo invisible lo que los demás no, así que pensé que también podría llegar a ver a Dios.

Empezó mi búsqueda, fui a la iglesia a buscarlo yendo a misa casi todos los días, hasta entré al grupo de la parroquia pero no lo encontré.

Luego me inscribí en unos cursos de Biblia, donde leíamos y analizábamos cada pasaje, me enfrasque tanto en ella que la leía todo el santo día , pero…. Tampoco lo hallé.

Cuando le pregunte a Charly el me dijo:

- Dios esta aquí.
- Dónde, que no lo veo. No lo escucho

Charly respondía:

- Aquí.

Molesta le reproché:

- Aquí… ¿donde? Aquí, junto a mi o “aquí” en tu dimensión. Aquí en la tierra o allá en el cielo. ¿Dònde está Dios?
- Dios está en toda la creación – replicó.
- Si ya sé - miré al cielo cansada - todos dicen eso, Dios esta en todo lugar, ¡pero yo no lo veo!
- Abre tu corazón - fueron sus palabras y desapareció.

Así fueron pasando los años y yo seguía firme con mi búsqueda, mi esperanza de verlo y encontrarlo algún día no decaía, al contrario, cada día sentía una especie de hambre por hallarlo y un día, llorando, le dije: Padre mío, yo creo en ti aunque no te vea, aunque no te sienta y aunque no te escuche, hoy te ofrezco todo lo que soy, hoy cambiaré y me convertiré en alguien mejor, solo te pido que me muestres el camino, guíame y yo dejaré todo por seguirte.

Así empezó mi caminar, con mucha oración, escuchando y analizando los consejos de mi ángel, soltando perdonando y pidiendo siempre por los demás.

Lo que no me gustaba de mi lo cambiaba y cuidaba cada palabra que de mi boca salía y cada pensamiento.

Dios era y aun es mi primer pensamiento al despertar, cada día le ofrezco mi día entero con pensamientos de bien, con mi mejor sonrisa, con energías de amor y por las noches le agradezco lo vivido.

Y una noche mientras dormía, viajé como siempre a lo que yo llamo “el centro del universo”, me gusta suspenderme en el espacio y mandar energías de paz y amor a mi planeta y a mis niños.
Ese es mi lugar favorito, tal vez porque fue al primer lugar que viajé con Charly a los 5 años.
Ahí tenemos muchas charlas y también en ese universo lleno de estrellas he conocido a muchos seres de luz.

Esa noche Charly me tomó de la mano y me dijo: “acompáñame”, volamos a una gran velocidad atravesando galaxias y nuevos mundos hasta que llegamos frente a Dios. ¡Si, frente a Dios!
No tenia cuerpo, era una enorme energía de un blanco que jamás había visto, su luz era tan potente que baje la cabeza y me detuve.

Entonces Dios dijo con una voz de estruendo, pero suave al mismo tiempo: “ No tengas miedo, acércate a mi”

Mil alfileres sentí que traspasaban mi ser, no había dolor, sino un éxtasis de energías divinas, no logro encontrar las palabras adecuadas para explicar aquello que yo sentí.

Sentí paz multiplicada billones de veces, sentí amor, un amor que jamás había sentido, un amor que con solo recordarlo brotan lágrimas de felicidad y emoción.

Ahí sentí fuerza, poder, vida. ¡Ahí me sentí parte de Dios!

Golpes de energías me azotaban en un éxtasis de felicidad, creo que era en cada respiro de Dios, ¡y me sentí parte de todo!, ¡parte de Charly!, ¡parte de cada universo, parte de cada creación viva!

No había palabras, no hacia falta decir nada.

No se cuanto tiempo pasó, pues ahí tampoco había tiempo, yo solo flotaba en esa divina energía, yo solo sentía.

Y entonces Dios dijo: “Es hora de regresar”

Cuando Charly me tomó de la mano y me apartó empecé a llorar.

- Por favor Padre, déjame quedarme contigo, aunque sea en la orillita de tu energía, no me apartes de ti.- lloraba, sentía frío, dolor, un dolor de vacío, de separación. Charly suéltame - le pedía. – no quiero irme suéltame.

Desperté llorando en mi cama, la tristeza, la soledad que sentía no me dejaba respirar, quería morirme, en verdad deseaba con toda mi alma morir y así regresar a El, sentí que sin Dios ya no podría vivir.

Y entonces escuche dentro de mi:

- Yo Soy en ti…. Siente.

En ese momento, sentí paz, sentí como si mi pecho se abriera y se asomara mi corazón lleno de energía blanca, lleno de energía de Dios.

Así pasó el tiempo, yo estaba aparentemente bien y digo aparentemente porque cada vez que recordaba aquellos que sentí, de nuevo lloraba y me sentía sola, separada, como una mitad que no es nada sin la otra parte.

- No llores mi niña - me decía Charly
- Como no voy a llorar si me corrieron del cielo.

El sonrió por mis palabras con ternura y dijo:
- Nadie te corrió del cielo mi pequeña, al contrario el Padre te dio un hermoso regalo.
- Lo sé charly, pero desde entonces siento un vacío dentro de mi, ¡lo necesito!. ¡Necesito sentir a Dios así! Lo extraño, lo extraño mucho.
- El Padre no se quedó allá mi niña, El está en ti, está en todo!
- Si, pero yo no lo siento igual, nada que yo sienta aquí se le iguala.
- Abre tu corazón y siente - me decía.

En fin yo seguí con mi vida lo mejor que podía, dándome siempre a los demás y amando a quien se cruzara en mi camino, tratando no se, de alguna forma llenar mi corazón.

Y un día me llamó por teléfono una señora que había asistido a uno de mis seminarios, para pedirme que fuera a ver a su mama de 87 años que estaba enferma.
- Se que usted puede curarla con ese maravilloso don - me dijo.
-Yo con gusto voy y orare con ella, pero la sanaciòn viene de Dios.

Así fui a su casa y puse mis manos sobre ella, cerré mis ojos y empecé a pedirle a Dios por ella.
Sentí como mis manos temblaban llenas de energías y de nuevo como se abría mi pecho y de el salía la energía blanca, la energía de Dios.

Golpes de éxtasis, de paz , de amor, volvieron a mi, mis ojos empezaron a llorar de felicidad, al volver a sentir aquella misma energía, aquel mismo amor, misma fuerza, y entonces lo comprendí.

Solo el amor puro sin interés alguno abre tu corazón y deja brillar en ti la energía de Dios! Solo debo dejarlo abierto y permitir que el actúe en los demás!

¡Bendito Dios del universo! Gracias por morar en todos nosotros y por permitirme a mi, ver, sentir y ser testigo de esto!

Ahora cada vez que estoy con alguien abro mi corazón para trasmitirle el amor de Dios, para conectarme con esa persona y decirle a su corazón….”ábrete para que Dios brille en ti”

Un beso
Siempre en la luz
Bertha Alicia
bamcbamc777@hotmail.com

(*) Asi le llama Berta a los Demonios

Los primeros 40 años sin Martin Luther King_Escribe:Greg Moses(*) / SIN PERMISO

Se habla del "Cristo" como si hubiese sido uno solo en la historia de la humanidad.

En realidad la cristificaciòn es un estado de evoluciòn espiritual al que todos estamos llamados.

Es el proceso por el cual nos vamos "trasparentando" interiormente. Y vamos eliminando de nuestro ser todo aquello que bloquea nuestra conexiòn divina con el todo, de manera que pueda fluir libremente a travès nuestro el amor, como energia fudamental del universo.

Cristificarse, es eliminar de nuestro interior: temores, culpas, enemistades, envidias, rencores o cualquier otro sentimiento, pensamiento o emociòn que nos este bloqueando e impidiendo que se manifieste nuestro ser divino.

Algunos - màs de los que imaginamos en la historia - aceptaron ese llamado escrito en nuestros corazones y se dieron al mundo, manifestando su ser esencial y abriendo caminos de luz.

Uno de ellos fue Martin Luther King. (Jesùs Hubert)


La bala que partió el cuello del Soñador el 4 de abril de 1968 todavía no ha rozado el Sueño. Pero impidió que un hombre cumpliera su palabra: cerrar la capital de los EEUU durante el verano de 1968. Cuarenta años después, es ocioso pretender ignorancia sobre el paso que habría dado luego Martin Luther King Jr..

Todo lo que King necesitaba en abril de 1968 era otra marcha no-violenta en Menphis que respaldara su camino a Washington, D.C., en donde planeaba mostrar al mundo cómo se inmoviliza a un Imperio. Clausuraría el centro del poder federal, hasta que el pueblo recuperara su gobierno. Se obligaría a Washington a poner en el umbral de cada norteamericano o una oferta de empleo o un cheque certificado. ¿Había quién dudara de que eso era hacedero?

Entre principios de diciembre de 1955 y principios de abril de 1968 no hay en el calendario estadounidense sino 14 años King. Y aunque acaso sea verdad que durante el Año Uno de King el boicot a los autobuses de Montgomery empezó sin él, resulta difícil imaginar cómo habría podido él mismo resultar más útil a ese boicot. ¿Cómo no habríamos hoy mismo de echar de menos a un hombre como ése?

En 1968, el ganador más joven de un Premio Nóbel de la Paz estaba atacando la violencia cotidiana en la vida norteamericana en su misma raíz, en la diaria amenaza que representa el rechazo económico. Camino de recoger el Premio a la Paz en el Año Diez de King, viajó por toda la península escandinava, en donde tuvo ocasión de ver de cerca que una economía moderna no tenía necesidad de ser dirigida como una trinchera bélica cualquiera.

En el Año Doce de King, el Soñador descubrió ante todas las cámaras del país la verdad de la guerra de los trabajadores en EEUU. King tenía un modo de revelar verdades que él mismo, a veces, no estaba preparado para mirar de frente. Cuando ciudadanos negros y trabajadores marcharon por el derecho a existir entre los vecinos blancos de Chicago, fueron los mismos blancos (y los blancos del Norte, también) quienes saltaron a las trincheras. Los medios de comunicación blancos se amedrentaron de otra forma esta vez, y por razones distintas. También King tuvo que ponderar si la guerra racial abierta era un riesgo que valía la pena correr, y abandonó súbitamente Chicago entre un coro de abucheos.

Con tanta violencia en las calles, ¿cómo no habría King de darse cuenta del modo en que el gran talento norteamericano se hacía patente? En el Año Trece de King, dijo que el gran generador de violencia en el mundo era el gobierno de EEUU. Eso fue el 4 de abril de 1967. El 4 de abril de 1968 yacía muerto, desplomado de manera tan innatural, que uno de sus pies sobresalía de la balconada. La mente que había abarcado a Norteamérica a través del tacto de diez millones de manos estrechadas pasó, vaciada súbita e irrevocablemente.

En el día de los Inocentes de abril de 2008, el Secretario del Departamento de Seguridad Interior –previo consentimiento del Congreso, y sólo después de que el delegado de Texas diera por finalizado el cómputo en las Convenciones Demócratas del Condado— suspendió más de 20 leyes y regulaciones que exigían al gobierno federal actuar pacífica y civilmente en sus relaciones con el resto de los ciudadanos residentes en EEUU en lo tocante a sus derechos de propiedad, sus recursos naturales y sus relaciones con los seres vivos; ahora, el gobierno federal es libre de proceder con abierto resentimiento en todas esas cosas a lo largo de la frontera mexicana, al modo como ha venido actuando en tantos asuntos en los pasados siete años o más.

¿Se levantaría King contra este ciclo de sinsentidos? Mirad la fotografía que le hizo Flip Schulke, reproducida en la página 123 de la edición conmemorativa de la revista Life que se ha vendido recientemente en todos los quiscos de Norteamérica (una reimpresión de la colaboración en Viking Studio entre Charles Jonson y el novelista Bob Adelaman en el año 2000). Fijaos en los tres libros que King sostiene cuando este hombre cansado de soñar demasiado recibe otra condena de cárcel en 1967: el Nuevo Estado industrial de Galbraith, el Nat Turner de Styron (1) y la Sagrada Biblia. Tesis, antítesis, síntesis, los tres sujetos por su mano izquierda. ¿Parece un hombre a punto de tirar la toalla?

Ahora que lloramos los primeros 40 años sin King no podemos permitirnos olvidar que se necesita a todo un pueblo para matar un sueño. Y la fe última de la no-violencia descansa en la arrolladora verdad de que ni siquiera un pueblo adormilado puede olvidarse de desear. Y de que un pueblo que desea no puede olvidarse de actuar. Y de que, una vez la gente se pone en movimiento como un solo individuo, resulta de todo punto posible que triunfe un ejército de personas penetradas de amor. Aun contra dragones tan temibles como los que acechan a plena luz del día en las avenidas de Washington, D.C.

NOTA DEL T.: (1) El esclavo negro Nat Turner (1800-1831) fue el jefe de una insurrección esclava en el Condado de Southhampton, Virginia, considerada el más importante caso de resistencia antiesclavista en el Sur de EEUU anterior a la Guerra Civil. La sistemática masacre de civiles blancos a que se procedió durante el levantamiento de los esclavos ha hecho de Nat Turner una figura máximamente controvertida en la historiografía bienpensante norteamericana hasta nuestros días. William Styron noveló la vida de Nat Turner, lo que le mereció en 1968 el Premio Pulitzer.

(*) Greg Moses es editor de la revista texana Civil Rights Review, y autor de
Revolution of Conscience: Martin Luther King, Jr. and the Philosophy of Nonviolence.

Traducción para www.sinpermiso.info: Roc F. Nyerro

Extraido de la revista SIN PERMISO, ediciòn digital del 06/04/2008

Pueden ver, oir y leer en eapañol a Martin Luther King en uno de sus discursos fundamentales, aqui mismo en nuestro blog:
http://ahora-hurroca.blogspot.com/2007_06_15_archive.html