miércoles, julio 16, 2008

El mundo es como tu quieres verlo_Escribe: Gustavo Bazo


Cada uno de nosotros posee un sistema de pensamiento, el cual rige nuestra vida desde el momento en que este sistema se pone en funcionamiento, digamos, en la niñez.

Cada vivencia, cada suceso, cada información que recibimos causan una impresión que va directamente a un banco de datos (memoria). Allí queda depositada, y es así como se va cimentando el sistema de creencias con el cual se desenvolverá el individuo.

Si pensamos que un sistema de pensamiento basado en datos errados no tiene fuerza, estaremos cometiendo un error. Tanto la información "falsa" como la "correcta" darán resultados, y estos se reflejarán en la vida cotidiana de cada uno.

Si tomamos a un niño y le inculcamos desde temprana edad la idea de que el mundo es malo, que debemos desconfiar de los demás; que si te atacan debes responder, y, a su vez, ese niño ve en su entorno familiar y social cosas que le"confirmen" esta visiòn, aquel niño cuando llegue a la adolescencia estará seguro que los datos que le dieron.

De allí, en adelante, aquel individuo defenderá su sistema de pensamiento contra todo lo que se le oponga, pues todos defienden sus creencias, ya que estas conforman a la persona.

Si por el contrario, a otro niño le informamos desde pequeño, que el mundo no es ni bueno ni malo, sino de la forma en que él lo vea; que el ataque nunca está justificado, pues es solo la respuesta a una interpretación, y que cada uno es parte de los demás, lo que aquel niño reflejará en su vida será distinto. De esta manera se hace claro que el mundo es neutro, y que nuestra forma de pensar es la que le da un sentido determinado.

Lamentablemente, son pocos los niños que reciben una información apropiada en la infancia. los datos "errados" se han pasado de generación en generación.

Se cree que cambiando de actitud se está cambiando la manera de pensar, este es otro error. Para que haya un cambio sustancial en el individuo, se tiene que invertir el sistema de pensamiento.

La mayoría de personas mantienen sus sistemas de creencias intactos desde la niñez. Pese a que los resultados no han sido de lo mejor, defienden las mismas en forma desmedida. Es por eso que para comenzar el proceso de cambiar nuestro sistema de creencias "debemos escuchar otra voz".

Si enfocamos nuestra mirada en el sistema actual veremos aparentemente un orden, pero este en realidad es solo un desorden al que nos hemos acostumbrado. En ese sentido, no podemos cambiar el mundo, lo que podemos cambiar es nuestra forma de percibirlo, y ese es un trabajo individual.

Cambiar la manera de ver las cosas hace que tu mundo se transforme, y ello se consigue dejando de lado los juicios.

Ahora bien, hay que comprender que no se puede dar ningún juicio sin mirar el pasado. Es decir, todo juicio está basado en alguna experiencia previa, por lo tanto, cada vez que juzgamos alguna circunstancia o hecho que aparece en nuestra vida, lo que hacemos es dar una mirada a nuestro banco de datos (memoria) y de allí a través de la interpretación de lo que percibimos concluimos en un juicio. Es necesario comprender esto en profundidad.

Nos pasamos la vida juzgando esto y aquello, y no entendemos que todo está basado solo en nuestras propias creencias. Es necesario ir mas allá de lo que "está bien o está mal"; de lo que se "debe hacer o no hacer"; de lo que dirán los demás con respecto a nosotros. Todo esto nos limita y no nos permite liberarnos.

Como vemos, no es muy difícil de entender, solo es necesario detener nuestra vida un instante y observar con detenimiento cómo son las cosas...

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