lunes, febrero 06, 2012

“Si los países de América latina no nos juntamos, seremos una hoja al viento”_ José “Pepe” Mujica, Presidente de Uruguay, en la 1era Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) - 03/12/2011



"Pepe" Mujica llamó a crear conciencia entre las masas de América Latina
acerca de la necesidad urgente de  la integración entre nuestros  países


Los años 60 y 70 fueron de una politización muy amplia en América Latina, motivada en gran parte por la Revolución Cubana y eso permitió también una conciencia bastante extendida y compartida a lo largo del continente acerca de la necesidad de trabajar por derribar fronteras para construir la Patria Grande.

Pero el golpe contra Allende, en Chile, y las dictaduras que asolaron a varios de nuestros países, fueron debilitando esa conciencia de unidad. Sin embargo, los derrotados de ayer han vuelto en olor a multitud por la vía electoral, pero indudablemente, con un discurso menos ideologizado y con tareas menos ambiciosas en las proyecciones de cambio económico y social al interior de sus países.

Sin embargo, el sindicalista Lula y la ex - guerrillera Dilma Rousseff, en Brasil, el dirigente cocalero Evo Morales, en Bolivia, el periodista Mauricio Funes, con el Frente Farabundo Marti, en El Salvador, el ex - Comandante guerrillero Daniel Ortega, en Nicaragua, el ex – sacerdote Fernando Lugo, en Paraguay, Rafael Correa, en Ecuador, Hugo Chavez, en Venezuela, los Kirchner, en Argentina y por supuesto el ex – guerrillero tupamaro José Mujica, Presidente de Uruguay, comparten el mismo ideal de integración que se ha plasmado en la formación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), incluyendo también a países presididos por políticos de la otra vereda política, como Juan Manuel Santos, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile.

A pesar de que han transcurrido dos meses de la primera cumbre, vale la pena escuchar y leer el importante discurso del “Pepe”, José Mujica, en esa ocasión, porque toca un aspecto crucial: la necesidad urgente de crear conciencia entre las masas de nuestro continente acerca de la necesidad -literalmente de vida o muerte para nuestros países- de la integración. (Jesús Hubert)




Transcripción del discurso del Presidente de Uruguay, José Mujica, en la Primera Cumbre de la CELAC

Muchas gracias, señor presidente; muchas gracias, compatriotas de la Patria Grande. A todos, mucha humildad y mucho afecto.

Permítanme tratar de aportar algunas razones. El grito de los libertadores, largamente fundamentado ayer y hoy, no pudo ser, sustantivamente, porque en cada puerto de América Latina ya existía y se desarrollaba una clase mercantilista que era dueña del comercio, del alto comercio. Cada aporte importante terminó generando un país, un interland, y el emergente mercado mundial contribuía a atomizarnos, mucho más que la vieja colonia. 

Quien dominaba el puerto dominaba la única fuente impositiva de la época, tenía peso en el Estado y terminaba teniendo peso militar. Un poco más, un poco menos, ese escenario se dio por todas partes, es la historia fundamental de por qué vivimos tanto tiempo a espaldas de nosotros mismos, porque era mucho más importante, en los hechos, la relación comercial con el mundo central.

Pero el mundo ha cambiado y está cambiando dramáticamente, la globalización es un hecho, que tiene su base en el desarrollo portentoso, de la fuerza productiva de la inteligencia, de la acumulación de capital, de la multiplicación de necesidades, a escala como nunca pudo soñar el hombre; y la globalización está allí, pero globalización no es igual a justicia, a igualdad, a independencia, sino que la globalización tiene sus centros determinantes, y diría cada día menos da lugar a los débiles, cada día más en ese mundo que se apretuja, donde florecen empresas, que a veces superan largamente el presupuesto de muchísimos de los Estados aquí presentes, nos está diciendo que para que los derechos de los débiles tengan cierto peso en el concierto mundial hay que dejar de ser débil- Y el único camino es juntarse.



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“Sin libertad de pensamiento, no tiene sentido la libertad de expresión”_ Entrevista a José Luis Sanpedro en el programa “Salvados” / La Sexta TV





Su pensamiento ha inspirado a los indignados del 15-M español y, seguramente, a muchos de Occupy Wall-Street, como a infinidad de hombres libres del mundo. Y es que este joven catalán, de 95 años, es un economista e intelectual genial, que sabe hablar claro sobre muchas de las cosas que nos aquejan y preocupan. Escuchar a José Luis Sampedro, es un viento fresco que nos libra de las respuestas fáciles y  de la atosigante rutina. (Jesús Hubert) 

El "follonero" entrevista a José Luis Sampedro



España: “dioses” de barro, sacrificios de hiel _ Editorial de la Revista “Fusión”





La idea tradicional de dios -o de dioses- lleva consigo la idea de subordinación. El creyente no cuestiona nada y lo acepta todo. Cualquier duda y/o cuestionamiento de las condiciones y características de esa relación es considerado un delito mayor, un sacrilegio.

La idea de un dios entonces supone la ausencia en el creyente de la capacidad de decidir por su cuenta su propia vida. Esa orfandad es suplida, en el caso de las religiones y las iglesias, por los intermediarios “autorizados”: sacerdotes, rabinos, pastores, maestros ascendidos (o descendidos), etc

Y en el terreno profano, quienes ejercen el poder han sabido también elevar a quienes los representan con esa misa aureola de infalibilidad y capacidad de decidir “lo que conviene” a los ciudadanos.

En ambas esferas, la espiritual y la social, si el hombre quiere recuperar el manejo de presente y su futuro requiere sacudirse de esas cadenas mentales y ideológicas. Ningún “dios” mítico o mitificado puede estar por encima del hombre colectivo, sus necesidades e intereses. Comprenderlo es vital para asumir plenamente el rumbo de nuestras vidas. De eso trata la reciente editorial de la Revista “Fusión”, que enfrenta los crueles caprichos de los nuevos “dioses” del gobierno español (Jesús Hubert)

Dioses y sacrificios

Al igual que la tierra realiza un permanente movimiento alrededor del sol, la humanidad realiza un movimiento de rotación eterno e inalterable alrededor de determinados 'principios' establecidos desde sus orígenes y que nunca han sido cuestionados y mucho menos borrados del mapa.


Uno de esos 'principios', que si por algo destaca es precisamente por su carácter inhumano, es aquel que tiene que ver con el 'sacrificio' y sus múltiples connotaciones.

El sacrificio fue utilizado, desde que existe recuerdo y testimonio, como una poderosa arma de sometimiento a los pueblos por parte de los gobernantes y por parte de los "dioses", aunque no es seguro si estos fueron un interesado invento o una realidad, aunque si fueron una realidad debería de empezar a preocuparnos, porque el círculo de esta humanidad se está cerrando, y cuando un círculo se cierra el origen y el fin se juntan y se convierten en una sola realidad.

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