domingo, abril 24, 2022

MARTINA PORTOCARRERO: SEGUIRÁ VIVA EN SU CANTO.



La Vida y la muerte están infinitamente unidas. Pero morir no es lo mismo que desaparecer. Morir es el examen final de lo que fuimos y de lo que dejamos de ser y de hacer.

La música está asociada por lo general a la alegría pero si somos precisos, debemos decir que la música es más bien una expresión integra de la vida, alegre y triste, triste y alegre.

Sin embargo hay algo más esencial aún, la música es un anuncio de lo que es la vida: un camino sin final.

Sí, porque la música, como la vida, nunca muere, sigue sonando, aun sin recursos de reproducción, sigue oyéndose desde la memoria, haciéndose tarareo, memoria sonora, huella que el corazón trae al presente, una y otra vez, especialmente, si lo que se toca y se canta, lo que se dice, es trascendente, significativo y significante.

Y este vehículo, humano esencialmente, es el que abrazó nuestra querida Martina Portocarrero, cuyo único “pecado”, importante, fue creer, tener esperanza de que un nuevo mundo, con un hombre nuevo, no es una utopía, sino un hecho a la vuelta del horizonte y que hay que apurarlo cantándolo a los cuatro vientos.

Y así lo hizo. Martina Portocarrero, quien cantó música social, música política y revolucionaria en los años 70 y 80, cuando hacerlo era un riesgo de libertad y hasta de vida.
Pero Martina Portocarrero siguió cantando, hasta casi las vísperas de su partida, creyendo también en el candidato de “no más pobres es un país rico” a quien apoyo sin medida y cuya entrega debe golpear la conciencia del que prometió y tiene el deber de cumplir, no solo con Martina, sino con el pueblo que lo eligió. (Hubert Rojas)

jueves, abril 21, 2022

RUBÉN RAMÍREZ, 50 AÑOS DESPUÉS.



“Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.”

Víctor Jara

“El cantante lleva arma, su voz clara y su guitarra”

Rubén Ramírez

“Si se calla el cantor, calla la vida”

Horacio Guarany


50 años después, la vida propia y la de quienes nos conocimos, o mejor dicho, de quienes nos encontramos, se ha ido fijando, recién, en sus colores y en sus formas definitivas, 

Lo que fue inclinación, deseo de hacer algo, porque nos gustaba, o se nos presentaba la ocasión, 50 años después ha ido tomando cuerpo y afirmando sus contornos y colores finales.

Aquello que podía borrarse como en la arena con la brisa, 50 años después ha ido adquiriendo su carácter, no solo definido, sino irreversible, porque ya se vivió, y por tanto ya es, definitivamente.

Sabiamente, casi tres meses antes de que lo asesinarán, Víctor Jara, 40 años, le dijo a Rubén Ramírez, 23 años, que lo importante no era cantarle al pueblo, ahora, sino seguir haciéndolo toda la vida.

Y hoy, 50 años después, asistimos al tributo que un grupo de artistas populares brindaron al compañero Rubén Ramírez (*)



Una hemiplejia relativamente superada y una pérdida parcial de la memoria, no impidieron que desdoblado, o multiplicado, como quiera llamársele, Rubén intercale con su hijo Sonqo, con voz quebrada, pero firme, las letras de sus canciones que siguen, y seguirán, incendiando corazones.

Y escuchándolo, surge la pregunta aguafiestas, impertinente, que se nos atraganta en la garganta: 50 años cantando de plaza en plaza, de sindicato en sindicato, de lucha en lucha… ¿para qué?

El poder para el pueblo “a la vuelta de la esquina” ha ido alejándose, cuadras, kilómetros, millas y ya no se ve…cuándo, ni cómo.

Pero en medio de las sombras de una noche, impredeciblemente larga, algunas luces evitan que caigamos, al fondo. Luces sonoras, articuladas por músculos morales, por el instinto mismo de supervivencia del ser humano, se hacen canción, cancioneros, cantantes: Victor…es, Ruben…es.

Conclusión, nuestra esperanza se pone de pie: Un pueblo que canta, no puede morir. (Hubert Rojas)






(*) En la Taberna "La Toscana" , Jr. Quilca 208, en el centro de Lima el 20/04/2022

DOCUMENTAL SOBRE RUBÁN RAMIREZ: CANTAR ES SU CONDENA: