lunes, junio 08, 2009

Amazonas _ Composiciòn y voz de Pedro Suarez Vertiz


El rockero peruano Pedro Suarez Vertiz tal vez nunca imaginò que su canciòn AMAZONAS haria las veces de fondo musical, no de una pelìcula, sino de la contundente y tràgica lucha de los nativos amazònicos de su propio pais.

Mientras los nativos dan la vida por su hogar verde, policias inocentes mueren defendiendo a un Estado que no preserva los recursos que no solo pertenecen a un pais, sino a toda la humanidad.

Humanidad que ya empieza a tomar conciencia, venciendo el miedo y la frivolidad, de que la vida en el planeta se va extinguiendo a manos del llamado "progreso" (o mas bien negocio) irracional. (Jesùs Hubert)






No voy a hablar de bailes ni del dolor de amor
ni de lo que se habla siempre en una canción
voy a hablar de como la contaminación
ha hecho que el clima entre en confusión

No es ilusión
la tierra entera esta cambiando
será mejor
que nos vayamos preparando

Ese bello nevado que el rio alimento
perdió su blanca cima la nieve se seco
debemos prepararnos y poder ayudar
a quienes sufrirían hambre y enfermedad

La polución
la polución es un veneno
La atmosfera esta alterando
y los valles se están secando
y así el calor
por el efecto invernadero
el agua esta evaporando

Yo que nunca lo imagine
no pensé que iba a suceder
no digas que no y que no te debes preocupar
el agua empezó a irse y no debe escapar

Como se puede detener
yo solo canto no lo sé
pero alguien lo debe saber
si los expertos tienen fe
cuidado debemos tener
contaminar nunca esta bien
acaso el cambio no lo es
nunca es tarde para aprender

No es ilusión
debemos concientizarnos
la tierra entera esta cambiando
y el agua, el agua es importante
será mejor
ya estamos advertidos
que nos vayamos preparando

Yo que nunca lo imagine
no pensé que iba a suceder
no digas que no y que no te debes preocupar
el agua empezó a irse y no debe escapar

El reclamo de la selva_ Escribe: Margarita Benavides (Antropóloga) / El Comercio


La sangre y el dolor no pueden cegarnos. Es necesario conocer que està detràs de la larga protesta de las comunidades nativas de la selva peruana.

Por encima del prejuicio y el desprecio, mostrado por sectores felizmente en disminuciòn, los habitantes originarios de la selva estàn demostrando màs responsabilidad por conservar las reservas de la naturaleza que aun quedan en la amazonia, que los supuestamente civilizados de las ciudades.

Este shock social producido por el conflicto, esperamos, sirva para tomar conciencia de lo que està en juego. (Jesùs Hubert)


Los pueblos indígenas tienen derechos sobre los territorios que ocupan aunque no estén demarcados y titulados. Así lo sostiene el Convenio 169 de la OIT ratificado por el Perú que, refiriéndose a los pueblos indígenas, dice: “Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan”. Es, pues, urgente avanzar para concluir el proceso de demarcación de los territorios indígenas. La otorgamiento de derechos a terceros sin tener los territorios indígenas debidamente saneados es y será una permanente fuente de conflictos en la Amazonía. Preocupa por ello que el 25 de mayo pasado el Ministerio del Ambiente (Minam) publicara un comunicado en el que deslegitimó los reclamos de los pueblos indígenas y de paso desinformó sobre la extensión de los bosques de la Amazonía. Decía el comunicado que el Estado garantiza la protección de al menos 55 millones de hectáreas de bosques amazónicos cuando estos se extienden realmente sobre 67 millones de hectáreas.

Según datos del Mapa de Deforestación de la Amazonía 2000 (Inrena/Conam, aún sin publicar), el área neta de bosques amazónicos existente antes del proceso de colonización y deforestación era de 77 millones de hectáreas. Entendemos que no hay un estudio equivalente posterior a este. Si restamos 10 millones ya deforestadas —según señala el Minam—, tenemos una superficie de 67 millones de hectáreas de bosques en pie y no de 63 millones como afirma erróneamente ese comunicado.

El Ministerio del Ambiente solo reconoce el otorgamiento de 11 millones de hectáreas a los pueblos indígenas cuando en realidad son más de 13 millones ya demarcadas y distribuidas así: más de 10,5 para 1.232 comunidades tituladas y 2,8 para reservas territoriales para la sobrevivencia de indígenas en aislamiento, esto de acuerdo con las cifras registradas por el Sistema de Información de Comunidades Nativas del Instituto del Bien Común (Sicna).

Además el Sicna registra 277 comunidades por titular, en aproximadamente 2,37 millones de hectáreas. Hay seis solicitudes de reservas para indígenas en aislamiento con un requerimiento cercano a los 4 millones de hectáreas y desde hace varias décadas existen diversas solicitudes de ampliación de comunidades, aún no atendidas.

Así tenemos una engañosa presentación de las cifras que se suma a la potestad del Minam para cambiar el uso de tierras de aptitud forestal a agrícolas. En su comunicado, el ministerio señala que el D.L. 1090 (o “ley de la selva”) prohíbe el cambio de uso de la tierra de aptitud forestal a aptitud agrícola, contradiciéndose inmediatamente al afirmar que tal cambio puede realizarse —por el propio Minam— en “casos de proyectos de interés nacional”. ¿El cambio de uso abarcará también los 12 millones de hectáreas de bosques no mencionadas? ¿Se entregarán a grandes empresas fomentando la concentración de la propiedad y la deforestación? ¿Qué garantía da el Estado de que no cambiará de uso en los 55 millones de hectáreas de bosques que ofrece proteger, cuando los decretos legislativos que se le pide y niega derogar lo facultan declarar eriazos bosques demarcados a favor de comunidades y cambiarles de uso “en caso de proyectos de interés nacional”?

Es la ideología del perro del hortelano del presidente de la República expresada en estos decretos la que incentiva la protesta de los pueblos indígenas. Es él mismo quien debería recomendar agilizar su derogatoria para solucionar la protesta indígena e iniciar un proceso que respete la consulta, los derechos indígenas y la transparencia en las cifras y planes del Gobierno para la Amazonía.

(*) COORDINADORA DEL SISTEMA DE INFORMACIÓN DE COMUNIDADES NATIVAS Y SUBDIRECTORA DEL INSTITUTO DEL BIEN COMÚN.
Tomado de la ediciòn del dia 08/06/2009 de el diario El Comercio de Lima / Perù

CAMBIO CLIMÁTICO: Refugiados ambientales serán millones _ Stefania Milan entrevista a MAURIZIO GUBBIOTTI, de Legambiente



La legislaciòn migratoria en el llamado primer mundo se endurece, mientras las condiciones de existencia empeoran en diferentes zonas del mundo, ya no solo por las razones socio-economicas de siempre, sino porque el cambio climàtico està deteriorando las condiciones de vida, cada dia mas aceleradamente y por lo que se revela en esta importante entrevista, pronto habrà una eclosiòn de millones de desplazados en busca, literalmente, de sobrevivir.

En el Perù, particularmente, vale la pena considerar esta informaciòn para comprender mejor lo trascendente de las protestas de los habitantes de la selva contra la legislaciòn que prepara condiciones de entrega indiscriminada de estas tierras y recursos naturales a la voracidad irresponsable del gran capital internacional, causante precisamente, del calentamiento global. (Jesùs Hubert)


FLORENCIA, Italia, jun (IPS) - "Por primera vez, los refugiados ambientales superan en número a aquellos que escapan de la guerra", dijo a IPS el coordinador internacional de la asociación ecologista italiana Legambiente, Maurizio Gubbiotti.

Millones de personas pronto tendrán que abandonar los lugares donde viven por el recalentamiento planetario. La mitad se trasladarán por catástrofes naturales, y el resto por la desertificación y el aumento del nivel del mar, señala un informe elaborado por Legambiente que se presentará a mediados de este mes en Roma.

"Los refugiados ambientales son la real emergencia del futuro. Y hay una devastadora emergencia social detrás de la crisis ambiental y climática que enfrentamos hoy", señaló Gubbiotti, quien dialogó con IPS en la noroccidental ciudad italiana de Florencia.

IPS: ¿Cuán seria es la crisis para la gente?

MAURIZIO GUBBIOTTI: La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) prevé entre 200 y 250 millones de refugiados ambientales para 2050. Nuestro informe muestra que ya hay una crisis importante.

Es difícil evaluar la dimensión real del problema, porque un solo huracán puede tener un impacto dramático sobre las cifras. El ciclón tropical Nargis, que devastó Birmania en mayo de 2008, dejando 140.000 muertos, generó 800.000 desplazados.

IPS: ¿Cuáles son las áreas en mayor riesgo?

MG: Todas las que ya son bastante pobres y frágiles. El continente africano y zonas costeras de Asia, en particular Bangladesh y las islas del Pacífico. Pero también la región mediterránea y América Latina están en peligro.

Y las islas Maldivas: 85 por ciento de mayor de ellas está amenazada por el aumento del nivel del mar, y alrededor de 300.000 personas tendrán que trasladarse pronto. En Guyana Francesa pronosticamos que habrá unos 600.000 refugiados ambientales en los próximos años.

IPS: ¿A dónde irá esa gente?

MG: Unas 300 personas mueren cada mes intentando llegar a las fronteras de Europa, cruzando el mar Mediterráneo. Advertimos su presencia solamente cuando emigran a países industrializados. Pero, en realidad, la mayoría de los refugiados ambientales sólo pueden viajar a países circundantes, lo que agrava la situación de las naciones pobres.

Muchos son desplazados internos. No hay cifras sobre quienes se desplazan por razones ambientales, pero creo que aproximadamente 50 por ciento de ellos no tienen los recursos para huir de sus países.

IPS: Los desplazados ambientales, ¿tienen un estatus legal?

MG: El derecho internacional no los reconoce como refugiados, dado que las Convenciones de Ginebra adoptadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1951 solamente cubren a los refugiados políticos o raciales. Pensamos que es tiempo de colocar el estatus de refugiado ambiental en la agenda internacional.

Esperamos contribuir al debate internacional con nuestro informe, que será presentado a mediados de junio en Roma, en las reuniones entre la sociedad civil y el gobierno del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos, que reunirá a organizaciones no gubernamentales con los ministros de cooperación internacional.

IPS: ¿Cuál es la solución?

MG: Hay sólo una posibilidad de salir de esta crisis ambiental y humanitaria: tenemos que invertir tanto en el ambiente como en los derechos humanos.

Debemos invertir en superar nuestra dependencia del petróleo y el carbono, en favor de fuentes renovables, y en la agricultura sustentable y el reciclaje de desechos. Tenemos que asignar fondos a la mitigación de los daños creados por el cambio climático, y abandonar las políticas proteccionistas de la agricultura europea, que apoyan nuestros cultivos pero impiden que los productos de las economías pobres sean competitivos.

Pero la crisis ambiental también necesita una respuesta social. No estamos hablando simplemente de tierra, sino de gente. Los políticos consideran que las migraciones son una cuestión de orden público. Debemos comprender que detrás de este fenómeno hay un reclamo de supervivencia: estas personas no tienen futuro ni posibilidades de sobrevivir en sus lugares de origen.

IPS: ¿Pueden los países actuar de modo individual?

MG: No. Necesitamos soluciones globales. Tenemos que dar fuerza a las Naciones Unidas, a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y al Protocolo de Kyoto. Pero la clave para volver efectivas estas instancias es el multilateralismo, decidir juntos.

Tenemos muchas esperanzas en la nueva era multilateral inaugurada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Es el momento justo para terminar con el enfoque bilateral sobre la pobreza, en el que los países ricos deciden qué es bueno para los pobres. (FIN/2009)
Tomado del boletin de noticias de la agencia Inter Press Service del 06/06/2009