sábado, julio 27, 2013

25 de julio de 2013: Un nuevo comienzo





El tiempo es uno de los más insondables misterios. ¿Indican determinadas fechas  momentos de inflexión, de cambios sustantivos? Allí están las profecías de múltiple origen tratándonos de dar una respuesta. El tema es que la contabilidad del tiempo depende de cada pueblo y su cultura. Una de las más controversiales profecías son las que provienen de la cultura maya. Nuestra amiga Ofelia Rey, de Argentina,  más acá de la encrucijada del temido 2012, vuelve a señalarnos nuevos signos de que efectivamente estamos dejando atras la frontera del viejo tiempo.(Jesús Hubert)

La mayoría de ustedes sabe que hace mucho me dedico a trabajar con el calendario maya (además del reiki), algunos quizás no, ya que no he usado este medio para publicitar mi trabajo (hablaba del facebook).

He sido formada por Marco Lobos, maravilloso y sabio maestro en el tema, y en quién estuve pensando todo lo que va de este día.

Marco decía siempre que lo claro es luminoso, y lo primero que decía es que los mensajes deben ser dichos en un lenguaje claro para que puedan convertirse en acciones en lo cotidiano.

Pensando en esto es que me pongo a escribir.

Los mayas tenían varios calendarios, diferentes formas de computar el tiempo. Su ciclo anual, solar, era de 18 meses de 20 días cada uno, lo que hace un Tun= 360 días. A esto se le agregaban 5 días más que se usaban para diferentes festejos, llamados uayeb, que completaban el giro de 365 días.

O sea que hoy estamos en el último día uayeb antes del inicio del nuevo ciclo solar. Es como el 31 de diciembre, y qué es lo que hacemos un 31 de diciembre? ¡Festejar! El tema es cómo festejamos. Podemos pensar solamente en lo que vamos a comer, con quién, qué vestiremos, etc., o podemos también hacer una evaluación de lo aprendido en los últimos 364 días, para arrancar en lo nuevo de una manera más sabia.

La denominación de "fuera del tiempo" corresponde si nos quedamos solo con el calendario lunar, en el cual este día quedaría fuera de la frecuencia temporal de 13 meses de 28 días cada uno, o sea 364 días.

Lo importante es integrar lo solar con lo lunar.

La base del conocimiento de estos calendarios es aprender a aprovechar la energía de cada día, conociéndolas.

La energía del día de hoy es ideal para ver lo que debemos transformar para poder realizar lo que soñamos. Además está dentro de un marco que nos ayuda a movernos hacia un nuevo lugar y con sentido evolutivo, o sea un lugar mejor.

Lo que veamos y transformemos hasta hoy, será la base de lo que comenzaremos a integrar y hacer germinar a partir de mañana.

El próximo amanecer me encontrará, como hace ya muchos años, esperando la salida del Sol junto a Sirio, que es la señal del nuevo comienzo.

miércoles, julio 24, 2013

La Vida es...¡AHORA! cumple seis años

 



Desde que nace el ser humano busca diferenciarse de sus semejantes. Ser distinto. Y en ese proceso de individuación, cada uno construye su propia interpretación del mundo. El hombre impulsado por su propia naturaleza subjetiva se va separando de los “otros”. Y en ese proceso de separación se va creando una serie de “capas” de ideas, creencias, sentimientos y emociones “propias”.

Como decía mi amiga Cecilia Durand, en una frase para identificar su skype: “El problema del mundo es cada uno tiene el suyo”. Y es verdad.

Aun coincidiendo en muchos aspectos, nunca pensaremos igual que otro. Porque para llegar a esa conclusión, aparentemente común, cada uno ha llegado por la vía de la experiencia por diferentes caminos.

En nombre de la “verdad” absoluta de un individuo o de un grupo, se ha matado a millones de personas. Desde las cruzadas, pasando por las razzias hitlerianas, la “Revolucion Cultural” China o las diversas guerras, que de “santas”, no han tenido nada.

Mi silencio de estos meses, que ha dejado muchos posts sin publicar en la “La Vida es…¡AHORA!”, se debe en gran medida a este proceso de experiencia y reflexión.

Capas de ideas nos separan. Capas que causan disensiones familiares, ruptura de hogares, hijos a la deriva, enfrentamientos fratricidas, asesinatos físicos y morales de todo tipo. La gran tragedia de la humanidad es la separación. Ninguna idea por “luminosa” que parezca, justifica la separación.

Y en este proceso de decantamiento, y también de desencantamiento, hay que incorporar la forma de manifestar y aplicar las ideas. La forma puede ser más importante que la idea misma. También se puede aporrear con una rosa.

Nada puede reemplazar a la capacidad y el derecho del hombre de poder decidir libremente, de discernir, de elegir un camino en conciencia, siempre y cuando este no corte u obstaculice al que tienen derecho también nuestros semejantes.

Hay momentos en la vida en que las ideas y creencias tienen que aterrizar ante la dureza de las circunstancias personales o colectivas. Algunas se caen y se hacen añicos, definitivamente. Otras siguen dando energía al caminante, pero tal vez con otros brillos…u otras sombras.

Haciendo un alto en el camino, pregúntense conmigo, cuánto de lo que pensamos y sentimos vale la separación con nuestra familia, amigos y la humanidad misma. ¿Valen tanto la pena para separarnos ?

Revisemos las “capas” que hemos ido acumulando en los años vividos y tratemos de ir desnudandonos de todo aquello que nos hace más difícil el encuentro con nosotros mismos, en los otros. Emprendamos el camino de regreso a la unidad. Recordemos, que no solo con barro fuimos creados, si no esencialmente con amor y en unidad, “a imagen y semejanza”.

Al sexto año de nuestro blog “La Vida es…¡AHORA!” los invitamos nuevamente a seguir buscando con nosotros, el camino de regreso…(Jesús Hubert)