domingo, febrero 15, 2015
Grecia: Un espejo para el mundo de los abusos del poder financiero_Escribe_ Alejandro Nadal / Viento Sur
Alejandro Nadal, a través de Viento Sur, la revista española
que anima el debate alrededor del partido PODEMOS, en España, nos explica
con mucha sencillez y contundencia, qué se juega en las negociaciones del nuevo
gobierno griego y esta explicación vale también para entender el juego sucio de
la banca a nivel mundial con los estados y los pueblos del mundo. A leer
con atención. (Jesús Hubert)
GRECIA Y CRISIS EN EUROPA
Transferencias y lucha de clases
ALEJANDRO NADAL
Domingo 15 de febrero de 2015
Las crisis del
capitalismo en Europa (y en el mundo) llevan la marca de colosales
transferencias de recursos en el plano internacional y entre clases dentro de
cada país.
En 1941 la Wehrmacht nazi
aniquiló en unas cuantas semanas la resistencia griega. La ocupación fue
brutal: más de 325 mil civiles murieron en Grecia antes de que concluyera la
guerra. Durante la ocupación, Berlín impuso un préstamo forzoso a Atenas por
476 millones de marcos, con lo que el pueblo griego acabó pagando el costo de
su propia ocupación por las tropas nazis. El préstamo nunca fue reembolsado.
En 2013 una comisión
del gobierno griego concluyó que Alemania debía 160 mil millones de euros a
Grecia para cubrir aquel préstamo y los daños de la ocupación. La cancillería
alemana respondió que el tratado de 1990 sobre la reunificación había cerrado
el tema.
El informe de la
comisión griega fue un subterfugio demagógico del ex primer ministro Antonis
Samaras para legitimarse ante el electorado griego. Hoy el nuevo gobierno de
Alexis Tsimpras ha hecho alusión a este tema: en estricto rigor jurídico el
tratado de 1990 no cierra el caso (Grecia no fue parte de él) y el asunto
podría seguir envolviendo las tensas negociaciones entre Atenas y Berlín.
Las crisis del
capitalismo en Europa (y en el mundo) llevan la marca de colosales
transferencias de recursos en el plano internacional y entre clases dentro de
cada país. El que estos grupos sean de una u otra nacionalidad es accidental.
La historia económica muestra que estas transferencias son crónicas en Europa y
con frecuencia han sido impuestas después de una guerra por los vencedores a
los vencidos.
De aquí se desprende
una narrativa equivocada, pues se piensa que las transferencias son entre
países. Así, hoy se afirma que Grecia (o España) debe pagar sus deudas. Pero
las palabras Grecia o Alemania se refieren a una abstracción. Si nos adentramos
en el análisis, veremos que en cada uno de estos espacios nacionales hay
obreros, capitalistas, terratenientes, banqueros y financieros, así como
políticos corruptos.
El tema de la
transferencia debe ser analizado con rigor para entender la crisis en Europa y
la manera de superarla. El programa de austeridad impuesto en Grecia y España
conlleva un inmenso flujo de transferencia de recursos que es soportado por
ciertas clases sociales en beneficio de otros grupos o clases en esos y otros
países (por ejemplo, del norte de Europa).
Es necesario superar
la narrativa que ve en estas transferencias simples vínculos entre Estados
nacionales e ignora la dinámica de las relaciones de clase. Las transferencias
de recursos en Europa (y en el mundo) dependen de fuertes ajustes en la estructura
de clases al interior de cada país.
Por eso una
aportación interesante es el trabajo del analista financiero Michael Pettis, (http://blog.mpettis.com).
Pettis examina el proceso de estancamiento en el crecimiento del salario real
en Alemania a partir de 1995 como precursor de la crisis. Al constreñirse el
crecimiento salarial se forzó la reducción del consumo y, dice Pettis, creció
el ahorro forzado. Los bancos alemanes no podían invertir el exceso de ahorro
en Alemania y enfocaron la mira hacia países como España, Italia y Grecia. Los
bancos alemanes buscaron y encontraron prestatarios ávidos de obtener créditos
baratos para todo tipo de proyectos, algunos poco viables y otros
especulativos.
Cuando estalla la
crisis, los bancos alemanes observan el aumento de su cartera vencida e
incobrable. Ellobby financiero hace lo que sabe hacer muy bien:
busca que los gobiernos trasladen el costo del ajuste a las clases media y
trabajadora a través de la devaluación interna.
Observa Pettis con
razón: antes de la crisis los trabajadores alemanes pagaron las burbujas griega
y española al aceptar un crecimiento muy bajo del salario real (en un contexto
en el que la productividad en Alemania se mantenía constante). Y después de la
crisis los trabajadores españoles y griegos se vieron obligados a pagar el
costo de la explosión a través de salarios deprimidos y desempleo.
Pero el análisis de
Pettis es incompleto y sólo toca la punta del iceberg. La capacidad de creación
monetaria de los bancos en Europa encontró un gigantesco espacio de
rentabilidad con la unión monetaria. Así que no sólo se trasladó el ahorro
forzado de países como Alemania hacia bancos y prestatarios en Grecia o España.
Bajo la unión monetaria los bancos más fuertes pudieron ejercer su capacidad de
creación monetaria en todo el euro espacio y fueron capaces de generar burbujas
como las que estudia Minsky en su modelo de crisis bancarias.
Hoy la clase
trabajadora en Europa se enfrenta a un escenario desfavorable: los bancos
alemanes, franceses, holandeses e ingleses tienen grandes necesidades de
recapitalización y ello necesitará de apoyo público, es decir, de una masiva
transferencia de recursos de las clases medias y trabajadoras del continente
hacia el sector financiero.
Los funcionarios del
gobierno griego tienen razón cuando afirman que luchan no sólo por el ciudadano
griego promedio, sino por el ciudadano europeo en general. La recuperación del
alma social de Europa pasa por una exitosa renegociación de la crisis en
Grecia.
12/02/2015
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