martes, diciembre 29, 2015
Película “Spotlight” o la verdadera historia de los niños en manos de lobos
No se trata de un escándalo a los que nos tienen acostumbrados la televisión y los medios. No se trata de transgresiones de personas individuales que sirven para ocultar la verdadera trama del poder en la sociedad. No, en este caso se trata de una radiografía de la entraña oculta de una institución
“rectora” de la sociedad.
Una investigación cuidadosa y responsable acerca de la institución que maneja la conciencia de la sociedad desde la infancia y modela la visión que podemos tener de la vida y del mundo.
Se trata de una película sobre hechos reales. Acerca de una verdadera autopsia de la
Iglesia Católica que realizaron el año 2002 los periodistas del diario
norteamericano The Boston Globe, que permitió dar a conocer las pruebas y testimonios que
acreditan que más de 200 sacerdotes abusaron sexualmente de niños de
diversas edades en la diócesis de Boston, con el encubrimiento sistemático de
las mismas autoridades eclesiásticas.
Proporcionamos el enlace para ver SOPTLIGHT, la película que muestra todas las dificultades que tuvieron que vencer los periodistas del Boston Globe para sacar a la luz este caso múltilple y emblemático, pero no único, que sigue remeciendo los cimientos de una de las instituciones más poderosas e influyentes de la sociedad mundial. (Jesús Hubert)
Favor de presionar el siguiente enlace para ver SPOTLIGHT:
Título original: Spotlight
Año: 2015
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Director: Thomas McCarthy
Guión: Thomas McCarthy, Josh Singer
Música: Howard Shore
Fotografía: Masanobu Takayanagi
Reparto: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev
Schreiber, John Slattery, Stanley
Tucci, Brian d'Arcy James, Gene Amoroso, Billy Crudup, Elena Wohl, Doug Murray,
Sharon McFarlane, Jamey Sheridan, Neal Huff, Robert B.Kennedy,Duane Murray,
Brian Chamberlain, Michael Cyril Creighton, Paul Guilfoyle,Michael Countryman
Productora: OpenRoad Films / Participant Media / First Look
/ Anonymous Content / Rocklin/Faust
Género: Drama | Basado en hechos reales. Periodismo.
Religión. Abusos sexuales
Web oficial: http://SpotlightTheFilm.com
Sinopsis: Narra cómo un equipo de reporteros del Boston
Globe destapó los escándalos de pederastia
cometidos durante décadas por unos curas de Massachussets, acusaciones que la
archidiócesis de Boston intentó ocultar y que sacudió a la Iglesia Católica en
su conjunto. (FILMAFFINITY)
Estreno en USA: noviembre 2015.
Estreno en España: enero 2016.
Preestreno: Festival de Venecia 2015.
Premios:
2015: Globos de Oro: Nominada a mejor película drama,
director y guión
2015: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores
películas del año
2015: Festival de Toronto: 2ª Finalista Mejor película
2015: Festival de Venecia: Sección oficial largometrajes
(fuera de concurso)
2015: Independent Spirit Awards: Premio Robert Altman. 5
nominaciones
2015: National Board of Review (NBR): Mejores 10 películas
del año
2015: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor
(Keaton)
2015: Críticos de Los Angeles: Mejor película y guión
2015: Premios Gotham: Mejor película, reparto y guión
2015: Satellite Awards: Mejor reparto. 8 nominaciones
incluyendo mejor película
2015: Critics Choice Awards: 8 nominaciones incluyendo mejor
película y director
2015: Sindicato de Actores (SAG): Nominada mejor reparto y
actriz sec. (McAdams
miércoles, diciembre 16, 2015
Preguntas para una espiritualidad, sin religiones ni iglesias_Escribe: Mariá Corbí / CETR
Cuando hablamos de espiritualidad inmediatamente la asociamos a la religión; como sin el dogma no pudiésemos interiorizar nuestra existencia.
Las religiones han cumplido en los siglos el papel de muletas para una humanidad-niña, que ha tenido “miedo” a caminar sola y consciente de quién es en medio del infinito de lo que existe.
De manera que las religiones han devenido -más que en una ayuda- en un obstáculo para la espiritualidad, entendida como elevación y comunión con nuestros semejantes y con nuestro medio vital.
Si no, miremos nomas lo que ocurre con grandes masas fanatizadas por organizaciones religiosas que los esquilman a cambio de una salvación etérea y las enfrentan, haciéndolas presumir de ser dueñas de la verdad, o las empujan a guerras sangrientas en nombre de un dios excluyente, o las esclavizan con prohibiciones pseudo-morales que las castran, en tanto niegan las propias pulsiones de la naturaleza humana.
Hoy, cuando la vida en el planeta Tierra se ve amenazada por la codicia de Caín, las religiones nos dividen y bloquean nuestra comunión esencial, olvidando que somos tripulantes de una nave única para la vida y que para no perecer, es necesario volvernos a plantear algunas de las preguntas fundadoras acerca de nuestra existencia, libres de prótesis o auxilios cegadores y/o deformantes.
Este es el sentido de una espiritualidad, sin religiones ni iglesias, de la que nos habla Mariá Corbí. (Jesús Hubert)
Las religiones han cumplido en los siglos el papel de muletas para una humanidad-niña, que ha tenido “miedo” a caminar sola y consciente de quién es en medio del infinito de lo que existe.
De manera que las religiones han devenido -más que en una ayuda- en un obstáculo para la espiritualidad, entendida como elevación y comunión con nuestros semejantes y con nuestro medio vital.
Si no, miremos nomas lo que ocurre con grandes masas fanatizadas por organizaciones religiosas que los esquilman a cambio de una salvación etérea y las enfrentan, haciéndolas presumir de ser dueñas de la verdad, o las empujan a guerras sangrientas en nombre de un dios excluyente, o las esclavizan con prohibiciones pseudo-morales que las castran, en tanto niegan las propias pulsiones de la naturaleza humana.
Hoy, cuando la vida en el planeta Tierra se ve amenazada por la codicia de Caín, las religiones nos dividen y bloquean nuestra comunión esencial, olvidando que somos tripulantes de una nave única para la vida y que para no perecer, es necesario volvernos a plantear algunas de las preguntas fundadoras acerca de nuestra existencia, libres de prótesis o auxilios cegadores y/o deformantes.
Este es el sentido de una espiritualidad, sin religiones ni iglesias, de la que nos habla Mariá Corbí. (Jesús Hubert)
Marià Corbí
La dimensión absoluta de lo real. Reflexiones
Intento de aclarar algo la dimensión absoluta de lo real en una sociedad no religiosa. La dimensión absoluta de lo real es “eso de ahí”, la inmensidad de los mundos que no es relativa a nuestras necesidades de vivientes. Es la cara no relativa a nosotros de la realidad que también se nos muestra como relativa a nosotros.
La dimensión absoluta es la inmensidad de los soles, las galaxias, las galaxias de galaxias, los terribles y monstruosos agujeros negros, la formación de estrellas, su explosión y colapso, el pluriverso.
El universo es una terrible monstruosidad, para nuestra frágil carne. Son fuegos atroces, fuerzas y energías gigantescas, inconcebibles para nuestro pobre cerebro.
Nosotros no somos más que unos pobres animalitos insignificantes del planeta tierra, satélite de una estrella de una de las barriadas de nuestra galaxia.
Pero en nuestra insignificancia absoluta no somos nadie venido a estos mundos terribles; somos esos mundos. Somos como una velita que sostiene una pequeña llama en medio de los soles.
Nuestras facultades no están ordenadas a esas inmensidades; se construyeron al servicio de la sobrevivencia de nuestra breve vida.
La dimensión absoluta es todo eso, incluyéndonos a nosotros, como leve luz para iluminar la inmensidad de lo que hay.
Todo es desproporcionado a nuestras pobres luces y a nuestro sentir, todo él volcado a la inmediatez de la sobrevivencia.
Si queremos pensar correcto y construir nuestros proyectos valorales colectivos de forma adecuada, habrá que meter en nuestra mente y en nuestro sentir la magnitud inconcebible de la dimensión absoluta.
La dimensión absoluta es la inmensidad de los soles, las galaxias, las galaxias de galaxias, los terribles y monstruosos agujeros negros, la formación de estrellas, su explosión y colapso, el pluriverso.
El universo es una terrible monstruosidad, para nuestra frágil carne. Son fuegos atroces, fuerzas y energías gigantescas, inconcebibles para nuestro pobre cerebro.
Nosotros no somos más que unos pobres animalitos insignificantes del planeta tierra, satélite de una estrella de una de las barriadas de nuestra galaxia.
Pero en nuestra insignificancia absoluta no somos nadie venido a estos mundos terribles; somos esos mundos. Somos como una velita que sostiene una pequeña llama en medio de los soles.
Nuestras facultades no están ordenadas a esas inmensidades; se construyeron al servicio de la sobrevivencia de nuestra breve vida.
La dimensión absoluta es todo eso, incluyéndonos a nosotros, como leve luz para iluminar la inmensidad de lo que hay.
Todo es desproporcionado a nuestras pobres luces y a nuestro sentir, todo él volcado a la inmediatez de la sobrevivencia.
Si queremos pensar correcto y construir nuestros proyectos valorales colectivos de forma adecuada, habrá que meter en nuestra mente y en nuestro sentir la magnitud inconcebible de la dimensión absoluta.
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