Profecía es una visión de lo posible. Los polos se deshielan, los delfines son varados a las playas, los volcanes inician su cadena de erupción, los huracanes asolan, varias especies se extinguen, la tierra tiembla y...¿el hombre? El hombre se separa del género …màs y más, hasta dejar de ser hombre.
Nuestra amiga Marita ve así el futuro posible. (Jesùs Hubert)
Un día sin sol, en penumbras y el cuerpo cubierto con lo que ha rescatado uno sobre otro escondiendo lo que en un abrazo si se puede tocar. Un adiós sin palabras pero que sus ojos si lo dicen cargados de tristeza y nostalgia por lo que ya no hay.
Los ojos miran ansiosos hacia el horizonte con la esperanza de ver y escuchar los ruidos acostumbrados para huir hacia donde siga naciendo el Sol.
A lo lejos las montañas apenas se notan por la neblina blanca y espesa que como olanes las rodean para desaparecerlas ante nuestros ojos para quedar en la desolación total, un halo frio nos hiela tanto los pies y entumecidos nos detienen la prisa por llegar hacia un grupo que a lo lejos esperan para unirnos y protegernos del frio desolador.
Miradas tristes, miradas que reflejan lo que afuera ven, los ricos pocos se unen al pobre y los ricos muchos se alejan y se acurrucan abrazando sus tesoros que ya nada valen.
La calidez del pobre calma el frio del rico que soltó lo que dejo pobre al pobre y la codicia del rico muy rico se hiela tanto que las grietas le arrancan gritos de dolor que nadie escucha porque el nunca escucho que la víspera del cambio estaba llegando.
Marita
cristoforever_2@hotmail.com
Nuestra amiga Marita ve así el futuro posible. (Jesùs Hubert)
Un día sin sol, en penumbras y el cuerpo cubierto con lo que ha rescatado uno sobre otro escondiendo lo que en un abrazo si se puede tocar. Un adiós sin palabras pero que sus ojos si lo dicen cargados de tristeza y nostalgia por lo que ya no hay.
Los ojos miran ansiosos hacia el horizonte con la esperanza de ver y escuchar los ruidos acostumbrados para huir hacia donde siga naciendo el Sol.
A lo lejos las montañas apenas se notan por la neblina blanca y espesa que como olanes las rodean para desaparecerlas ante nuestros ojos para quedar en la desolación total, un halo frio nos hiela tanto los pies y entumecidos nos detienen la prisa por llegar hacia un grupo que a lo lejos esperan para unirnos y protegernos del frio desolador.
Miradas tristes, miradas que reflejan lo que afuera ven, los ricos pocos se unen al pobre y los ricos muchos se alejan y se acurrucan abrazando sus tesoros que ya nada valen.
La calidez del pobre calma el frio del rico que soltó lo que dejo pobre al pobre y la codicia del rico muy rico se hiela tanto que las grietas le arrancan gritos de dolor que nadie escucha porque el nunca escucho que la víspera del cambio estaba llegando.
Marita
cristoforever_2@hotmail.com
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