Por supuesto que las AFP peruanas, cuyos aportes publicitarios en todos los medios son considerables, han puesto el grito en el cielo por temor a que el ejemplo cunda y han salido a satanizar la medida del Gobierno argentino. Un “economista” dijo que en Argentina se había subsidiado la gasolina (lo cual es cierto) como si se tratara de un crimen, y afirmó que dicho subsidio había producido un enorme forado fiscal. Le comunico que, en 2007, el superávit fiscal argentino fue de 7,922 millones de dólares y que, en lo que va del 2008, el superávit es de 9,743 millones de la misma moneda (más de mil millones sobre lo previsto para todo el año). Lamento desengañarlo. Puede defender a las AFP peruanas con otros argumentos.
Según Alfredo Zaiat, de Página 12: “Las AFJP han demostrado en la práctica que han sido una enorme estafa previsional. Con datos “objetivos”, como gustan hablar los abanderados de la restauración conservadora. Casi ninguna de las promesas vendidas con excelentes campañas de márketing fue realidad para los trabajadores jubilados o próximos a jubilarse. Ni lo serían nunca en el futuro, como lo demuestra la experiencia de casi 30 años del sistema chileno, que ya alcanzó su etapa de maduración y permite observar, en forma rotunda, su fracaso”.
Por su parte, en el mismo diario dice Mario Wainfield: “Quienes parieron las AFJP confesaron en la sala de partos que una finalidad básica era generar un mercado de capitales, inexistente en el país. La falta absoluta de un contralor estatal lubricó que esos capitales fueran preponderantemente especulativos, volátiles y golondrinas”.
Tomado del Diario “Peru 21” de la edición Internet del dia 24/10/2008
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