La duda atrae a la duda. Si dejas que la duda actúe por sus propios mecanismos, se extenderá sin límites, ganando fuerza a medida que avanza. Cuando la duda cobre forma en tu mente, no seas tan imprudente de dejarla circular en libertad. Una vez que se ha alimentado a sí misma, avanzará rápidamente por su territorio hasta que sea demasiado tarde para contenerla. Si te domina, serás tú quien sufra.
Dudas de Dios, de los demás y de ti mismo, ¿y qué sacas de ello? Nada en absoluto. Sólo te aporta desesperación y autodestrucción. La duda es la negatividad, un pensamiento que está separado de Dios.
La duda es una enfermedad y va en contra de la verdad. La gente duda de su pareja y de sus hijos; duda de su amor, de su salud y de su potencial; duda de sí misma, de sus propias esperanzas y habilidades. Incluso duda de la verdad.
Liberate. No renuncies a tu poder por algo que ni tan siquiera existe.
Lo mejor que puede hacer el ser humano es conectar con la verdad. Todos debemos usar nuestra habilidad para reconocer la verdad y confiar en ella.
No importa qué parezcan las cosas en la superficie, la verdad esencial permanece invariable: los seres humanos vienen de Dios. Originalmente somos totales y completos y siempre evolucionamos a través de las leyes de la Gran Armonía.
Cada uno de nosotros, como niños sin astucia que confían de todo corazón en el amor de sus padres, debe recobrar su fe en la bondad innata de las personas. Por muy mala que una persona parezca en la superficie, no debemos aceptar la maldad como una realidad. Debemos creer sólo en lo que es intrínsecamente divino de cada uno. Si vivimos con este propósito, la paz verdadera se depositará en el corazón de cada persona.
Cuando todos nuestros pensamientos fluyen en conexión con la verdad fundamental, ni la más mínima duda puede cobrar forma en nuestra mente.
Cuando todos los seres humanos descubran la divinidad en los demás y la busquen también en los animales, las plantas y otras formas de vida, todas las cosas vivientes encontrarán su expresión perfecta y vivirán juntas en armonía. Entonces, cada uno de nosotros podrá confiar de nuevo en la humanidad.
Debemos hacer todo lo posible para que desaparezca de este mundo hasta el último rastro de duda. El primer paso es dejar de dudar de nosotros mismos. Si dudamos de nosotros mismos nuestra duda se reforzará hasta que se convierta en una realidad concreta.
Ya sabes, que la gente a menudo busca la causa de su sufrimiento en los demás. Creen equivocadamente que procede del exterior, pero esto nunca puede ser así. En un principio, la causa fue proyectada por su propio pensamiento y les concierne sólo a ellos.
Visto desde fuera, puede parecer que la otra persona dio lugar a la causa. Pero, de hecho, es ella sólo fue un medio para hacer aparecer tu problema y ponerlo de manifiesto en este mundo tangible. En realidad, todo procede de tu propia conciencia pasada. Las otras personas o miembros de tu familia sólo son medios para que tus causas pasadas se manifiesten en este mundo. Si, a pesar de esta verdad, eliges ver a los demás como tus atormentadores, les odias y estas celoso y resentido con ellos, nunca podrás escapar de tu desgracia. Es esencial que profundices en tu conocimiento sobre este punto: que las cosas que ocurren en tu mundo son el resultado de tu pensamiento.
Toda la gente que te rodea está ahí para que tú puedas encontrar la verdad. Su existencia tiene mucho valor para ti, ya que sólo a través de ellos tu espíritu tiene la oportunidad de desarrollarse. Sin ellos carecerías de los medios para expresar tu divinidad. Puede que algunas personas te parezcan adorables y admirables y en cambio a otras las encuentres odiosas y desagradables; a pesar de eso, cada uno de ellos, a través de su conexión contigo, tiene su papel para guiarte a lo largo del sendero de la verdad.
A algunas de estas personas es posible que se les haya asignado el papel de incurrir en tu odio; otras, puede que sean responsables de traerte tristeza o pena. Si amas sólo a aquellas cuyo papel es inspirar tu amor, mientras odias o tienes aversión por aquellas a quienes se les ha asignado que te critiquen, te culpen y te juzguen, estás tratando a estas últimas injustamente. No incurrieron en tu odio por casualidad o por gusto, fue tu propio Guía divino quien, cuidadosamente, lo arregló todo para que estuvieran cerca de ti y, de ese modo, tu espíritu pudiera desarrollarse.
Eso hace que necesites amar y apreciar mucho más a aquellos que te odian, sienten aversión por ti o te culpan, que no a aquellos que te aman. Su existencia es muy valiosa para ti puesto que ellos son tus benefactores, los guías de tu despertar. Si puedes detectar esa profunda intención de lo divino, habras comprendido la verdad y estarás caminando por el sendero que lleva a la libertad espiritual.
Muy pronto podrás cantar las alabanzas de la vida con el corazón tranquilo. Sin duda, el amor, la felicidad y el éxito abundantes e infinitos se mostrarán ante ti, y tu vida florecerá por encima de tus más altas expectativas.
Masami Saionji
Nuestras dudas y preocupaciones no tienen fin. Nos inquietamos por todo y dejamos que nuestro corazón acabe lleno de dolor, creando así en nuestra mente una cadena interminable de complicaciones.
Tenemos dentro de nosotros unas cualidades maravillosas, un poder innato como cocreadores de este mundo.
Tienes una opción mejor para que la duda no se apodere de tí y es utilizarla con un trampolín hacia la verdad y someterla al proceso de tu despertar. Tan pronto como ella aparezca no dejes que anide en tu mente, calma tus pensamientos y de forma natural obsérvala a través de tu intuición y sabiduría interior porque gracias a las leyes del cielo, tú, de forma natural, serás guiado hacia una solución.
Concentra tu energía mental y sigue trabajando, sigue construyendo paso a paso, tu propio despertar a la verdad en esta maravillosa aventura de amar.
"Soy Hija del Sol y mi naturaleza es brillar"
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