¿Por qué será
que la Jefa del Departamento de Estado esté indagando en secreto semejante
información acerca de la salud de una jefa de Estado?
Extrañas
coincidencias: Al poco tiempo, la Presidenta Cristina Fernández, que hasta
ahora había disfrutado de una excelente salud, de pronto se le detectó un tumor
de la glándula tiroidea. Por suerte, nos enteramos luego que se trató de un
tumor benigno. Otro hecho ocurrió de repente: Su esposo, antiguo Presidente
Néstor Kirchner entonces candidato de nuevo a la presidencia, había tomado un
café en un hotel en la Patagonia donde acostumbraba ir. A las pocas horas,
de noche, fue presa de un repentino
malestar y murió de infarto fulminante del miocardio. Otras noticias no menos
sorprendentes: El Presidente de Paraguay, Fernando Lugo tuvo un cáncer
linfático. También la Presidenta Dilma Rousseff padeció de cáncer mientras
estaba en campaña electoral. Ella era antiguo líder de un movimiento de
liberación nacional en los años terribles de la dictadura militar apoyada por
Estados Unidos, fue detenida y torturada. A su vez, el Presidente Lula da Silva
de pronto sufrió de cáncer, su pueblo lo reclamaba para presentarse a futuras
elecciones. El Presidente de Venezuela Hugo Chávez quien tenía perspectivas muy
favorables para presentarse por un nuevo periodo presidencial, sufrió una y otra
vez en recaídas de un tumor canceroso particularmente maligno. En fin, llaman la atención poderosamente esta
verdadera serie de graves accidentes de salud física fatales en algunos casos.
Eran y son jefes de Estado con antecedentes de buena salud con similares
virtudes de ser portadores de la esperanza de sus pueblos y hasta de
continentes del Gran Sur, aportando el aliento del cambio social, a la vez
enfrentándose con mayor o menor grado a los intentos del imperio de los EEUU
por derrocarlos, desprestigiarlos, alentar conspiradores locales contra ellos.
Nunca dejó esos planes criminales, de allí nace la sospecha en su contra cada
vez que surge un intento de golpe de Estado, una maniobra artera de sus aliados
locales derechistas. En suma, se hace casi evidente encontrar su mano peluda al
descubrir esa cascada peculiar de canceres persiguiendo jefes de Estado de
orientación patriótica y antiimperialista.
De hecho, es de conocimiento público que hace varios años ya, la CIA y
el Pentágono –al igual que su apéndice Israel- han desarrollado y utilizado en
varias ocasiones un tipo de armamento biológico letal con una variedad de
objetivos.
Pocos años
atrás, Fidel estando de regreso de un viaje oficial en Argentina sufrió de
pronto de una misteriosa hemorragia interna que lo puso al borde de la muerte.
Resucitó por milagro y gracias al talento legendario de los médicos cubanos.
Anteriormente, Yasser Arafat acosado durante dos años por constantes disparos
de armas pesadas contra su residencia en Ramallah, cuando se negaba a ser
deportado según lo requería Sharon, fue víctima de envenenamiento fulminante de
sus glóbulos rojos y ni siquiera se pudo diagnosticar el producto letal en el
hospital de París por los expertos médicos franceses. Murió de repente. Solo
recientemente, se está investigando de nuevo la causa de su muerte.
En los
últimos 50 años, Fidel fue blanco de alrededor de 700 y más intentos de
asesinato (ha entrado ya en los anales de Guinness!), incluyendo medios
biológicos sofisticados preparados en laboratorios de la CIA y el Pentágono,
intentos de asesinato revelados tanto por Wikileaks como por otras fuentes
oficiales y periodisticas.*
En la
historia no lejana, cuando no se trata de golpe de Estado militar fomentado por
la CIA sea en Chile contra el presidente Salvador Allende, o más recientemente
en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, sin olvidarnos los intentos
frustrados contra Evo y Correa, el imperio está entonces urdiendo atentados
disfrazados de accidentes de avión como fue el caso del Presidente de Panamá
Omar Torrijos quien nacionalizó el canal (!); o el Presidente progresista
Samora Machel, de Mozambique. En otros escenarios, fue el vil y cobarde
asesinato del Che y recientemente el horroroso linchamiento de Muammar Gaddafi. Estos grandes líderes eran dignos patriotas
de países del Sur que se oponían todos a la dominación imperialista de los
Estados Unidos.
La tragedia
que nos golpeó con la muerte altamente sospechosa de Arafat, hoy nos sofoca con
la pérdida irreparable del Presidente Chávez,
nos obliga a preguntarnos: ¿Como ese odio del enemigo llega tan cerca
hasta atentar de forma insidiosa contra la vida del líder del pueblo? Mientras
la responsabilidad política y moral del crimen recae directamente sobre las
fuerzas de ese imperio, su responsabilidad penal más temprano que tarde se hará
evidente a plena luz, ante el pueblo y la Historia. Sea por un vil atentado,
sea por una enfermedad cancerosa insidiosa, sutilmente inducida, la
desaparición brutal del líder transforma su existencia en destino como mártir, héroe nacional,
continental y hasta internacional. Chávez amaba la vida; a la vez entregó su
vida entera a su pueblo: por su lucha y sus ideas imperecederas vive y vivirá
para siempre. Su talla agigantada alumbrará Venezuela y el camino de los
pueblos en busca de su liberación; vivirá en la Historia que lo devuelve entre
los vivos para seguir guiando sus pasos, despertar su vigilancia hasta la
victoria final.
Rashid SHERIF
Shaahidun.wordpress.com
* Artículo relacionado, por Percy Francisco Alvarado
Godoy: Cáncer inducido, ¿un arma de la CIA?
Buena nota. Sirve para descalificar a quines nos imponen diariamente el "no pensar" con sus informes digeridos.
ResponderBorrarNo dudamos que la mano criminal del imperio esté tras la muerte de nuestro amado Presidente, pero si con esto pretendían detener la revolución, sufrieron una gran equivocación porque Chávez se ha multiplicado y se ha hecho millones. Chavez nos legó un pensamiento imperecedero y una hoja de ruta para la construcción del Socialismo y a ella estamos aferrados. El imperio no conoce a este pueblo valeroso y hacedor de Libertad. Somos hijos de Bolivar y de Chávez y con ellos marchamos hasta la Victoria Siempre!!!
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