jueves, octubre 03, 2013

Los Saicos: los rockeros de todas las décadas_Escribe: Wili Jimenez Torres / La Mula

 



Rock es rebeldía. Como el primer llanto para el bebé, el rock es grito visceral, desgarrado del niño que deja de serlo. Del que descubre la verdad: De un mundo que no está escrito y choca con el mundo escrito.

Rock es instinto que aflora, primitivismo, origen; por eso el Rock es música esencial. Y no tiene edad, cuando el fuego sagrado sigue viviendo en el corazón. De este rock hablamos cuando nos referimos a Los Saicos. La banda peruana nacida en los 60’s y que cada día vuelve a sonar más en el mundo.

Gracias a La Mula y a Willy Jiménez Torres, repasemos la historia de los rockeros peruanos más originales y universales, de todos los tiempos. (Jesús Hubert)



La leyenda que quiso ser realidad

Una historia no oficial de los Saicos


(Los) Saicos, definitivamente, acabaron con su leyenda en el Festival Lima Vive Rock 2013. Ahora, con una nueva formación, algo que ya no sorprende en ellos -en este artículo hablaremos de ¡Saicos 1969!-, podrían tener continuidad o, al menos, dejarían un nuevo disco y se despedirían sobre un escenario.

Los primeros Saicos


La banda, rara avis de su época, construyó su leyenda en sólo dos años, entre 1964 y 1966; en ese breve tiempo, estuvo conformada por Erwin “El Loco” Flores Cáceres (voz y segunda guitarra), Rolando “El Chino” Carpio Ochoa (primera guitarra y coros), César “Papi” Castrillón Vega (voz y bajo) y Francisco “Pancho” Guevara Vargas (batería y coros). Ésta fue su formación más estable en los 60, pero no la única. Incluso esa primera formación no se forjó de inmediato.

El único que tenía experiencia musical era Carpio, proveniente de Los Soviets, una banda de Lince que pasaría a la historia como Los Steivos. El colega Fidel Gutiérrez anota que antes de Carpio probaron varios guitarristas entre ellos a Manuel “Manolo” García de Los Incas Modernos. Gutiérrez cuenta además que en los primeros meses de 1965, un amigo y asistente de la banda, Alfredo “El Chavo” Berrios pondría efectos vocales a “Cementerio” (son suyos los relinchos).

“‘Papi’, que era la primera voz, no podía cantar mientras aprendía a tocar el bajo, así que le ofrecimos el puesto a Raúl Ballón, un pata de barrio que cantaba con Los Belton’s (otro grupo de Lince). Ballón imitaba a Elvis y no le parecía cool cantar en castellano, pero se decidió…” Erwin Flores (Publicación “Sótano Beat” n° 4, 2002).

Me parece increíble que unos amigos que gustaban de Bill Haley, Elvis Presley, Paul Anka, The Ventures, The Beatles, The Rolling Stones y otras bandas de la invasión británica, sonaran más bien como bandas norteamericanas de garaje. “Los Teen Tops, con Enrique Guzmán, fueron esenciales porque me enseñaron que se podía hacer rock en castellano, lo cual me fue importante…” Erwin Flores (“SB” n° 4, 2002).

El recordado rocanrolero Jean Paul “El Troglodita” contó alguna vez que el logo de los Saicos tenía una “d” disimulada en el punto de la “i”. “… en un periódico pusieron ‘Los Sádicos’ y con la ‘d’ como si la tacharan… Creo que fue Correo… algún bromista, como sabía lo de los Sádicos, le puso una ‘d’ chiquita…” Rolando Carpio (“SB” n° 3, 2002).

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El germen de los Saicos estuvo en las pandillas de inicios de los sesenta, Erwin, “Pancho” y “Papi” habían formado parte de una: Los Cometas de Lince; así que los chicos estaban cargados de energía y crear una banda de rock les sirvió para canalizar esa energía, imaginamos que la chispa la encendió Erwin, quien regresó de Brasil luego de abandonar una carrera universitaria, encontrando en la banda un escape a esa desazón.

“No sé cómo salió”, declaró Erwin a Radio Nacional Rock sobre el tema “Demolición” y tras su audición en esa emisora argentina, agregó: “No teníamos ideas políticas… no teníamos ideas”. Daniel F cuenta que “en 1964 se dio en Lima una crisis de tranvías, finalmente solo quedaban 24 y como los ingresos no cubrían los pagos del personal, estalló una huelga que llevaría a la última compañía de Tranvías del Perú, a cerrar en 1965”. ¿Influenció esto en la composición de “Demolición”? Quizá. Entre trenes y tranvías solo hay algunas vías de separación.

“Demolición” es uno de los primeros himnos de nuestro rock, lo cierto es que esa canción pudo relegarse de no ser porque una mujer creyó en su poder, esa mujer fue Rebeca Llave, fundadora y productora musical del sello Dis-Perú; Rebeca, una joven entusiasta y guapa, tenía una visión muy proyectada para la época al punto que Dis-Perú, pequeño sello discográfico, se constituyó en el primer sello independiente de música pop del Perú, y no sólo editó los primeros cinco singles de los Saicos, sino también lanzó discos de Tito Sur, los Golden Boys, los Termits y “El Troglodita”, entre otros artistas.

En total sólo dejaron seis singles, doce canciones, diez en español y dos en inglés, todas suyas. La mayoría de composiciones se distinguieron ya en su tiempo pues a ninguna otra banda, hasta mitad de los sesenta, en Lima, se le había ocurrido escribir sobre cementerio, gatos, y echar abajo algo institucional. En cierto sentido, se adelantaron a su época.

La banda intuía que su singularidad los distinguía de otras bandas y a la hora de exigir un pago por sus presentaciones no se andaban con chiquitas, por ejemplo, “Pancho”, cuenta una anécdota, el día que le tocó ir a cobrar al hombre más poderoso de la TV y shows business nacional, Augusto Ferrando; cuenta que se le acercó y le dijo que venía a cobrar por el show que su banda había dado, él le contestó: bien muchacho, ¿cuánto es?, “Pancho” le dijo una cifra que era el doble de lo que cobraban las bandas de ese tiempo, Ferrando frunció el ceño y sólo atinó a buscar en sus bolsillos la cifra exigida.

Saicos modelo 1969


¿Era posible seguir llamando los Saicos a la banda si ésta se quedaba con la mitad de sus integrantes originales? Al parecer así lo pensó Erwin, principal promotor de una segunda etapa Saicos. Sí, los Saicos (aunque un diario refiere Los Zaicos, con Z) sin Rolando Carpio, que poco antes se había ido a EE.UU. y sin Pancho Guevara, que seguía un camino más formal. ¿Sería posible?

Como ya hemos adelantado Hugo Lévano y yo en Sótano Beat, Erwin, secundado por “Papi”, reclutó a Alex “El diablo” Rodríguez, ex primera guitarra de Los Dream’s, quien venía de integrar, momentáneamente, Los Silverton’s. Alex propuso al baterista beatlemaníaco Jorge Blondet, recordado más por formar parte de Dr. Wheat -otra buena banda que merece ser redescubierta-. Rodríguez, recientemente, ha confirmado que formó parte de los Saicos, modelo 69.

Estos nuevos Saicos ensayaban intensamente un repertorio nuevo que incluía temas lentos con la intención de diferenciarse de los anteriores Saicos; la prensa rumoreó que compusieron un tema llamado “Reconstrucción”. Debutaron en un concierto de la Feria Internacional del Pacífico que se llevó a cabo en noviembre de 1969. Edición en la que se presentó una ascendente banda canadiense: Marshmallow Soup Group, banda que llamó la atención porque sus músicos se desplazaban tocando por todo el escenario, cosa no usual aún en el medio. Al parecer esa presentación no les satisfizo, sobre todo a “Papi”, que abandonó el proyecto. Esa última presentación de los Saicos marcó el fin de la década y de una época.

¿Dejaron registros discográficos los Saicos 1969? Se proyectaba un simple de ellos para comenzar la década 70, lo coordinaron con Alberto Maraví del sello Dinsa (Discos Nacionales S.A.). Pero a último momento, Erwin decidió que el disco saliera solo con sus nombres: Erwin Alberto. En las grabaciones, según el mismo Erwin contó a S.B., participó Alex Rodríguez. Además de Jorge Blondet probablemente se convocó a un bajista.

Estos nuevos Saicos ensayaban intensamente un repertorio nuevo que incluía temas lentos con la intención de diferenciarse de los anteriores Saicos; la prensa rumoreó que compusieron un tema llamado “Reconstrucción”. Debutaron en un concierto de la Feria Internacional del Pacífico que se llevó a cabo en noviembre de 1969.

Los temas elegidos fueron “El mercenario” y “Un poquito de pena”. Quizá la casi nula difusión del tema elegido como single: “El mercenario”, desencadenó el final. “… las radios no quisieron tocarla porque era demasiado bestia: ‘… peleé en Kampala, maté a los negros, saqueé sus ciudades, violé a sus mujeres… Una vez la canté en un festival en los Estados Unidos, y un cura, que era el maestro de ceremonias, me paró en medio de la canción y me echó del escenario…” Erwin Flores (“SB” n° 4, 2002). En Lima, la única que se atrevió a difundirla en radio fue Nelly Mendivil Castro, la más importante disc jockey de música pop nacional de los 60 y 70s.

Conexión Saicos y “Subtes” 80-90s


Desde la mitad de los 80 se desarrolló en Lima el movimiento de “rock subterráneo”... así, con comillas, para diferenciarlo de un rock subterráneo que ya existía en el país, al menos desde los 70, cuando los medios empezaron a distanciarse del género. Fue esa movida, versión local del punk, la que rescató del olvido a los Saicos.

Daniel F recuerda que a inicios de los 80, escuchó en un programa de radio de Gerardo Manuel Rojas, la canción de los Saicos “Come on” (“Yo soy el rey de la calle y me agarro a ti y a tu hermana y me como a tu mamá, yo soy un Saico”, traducción que dio a conocer “Pancho” Guevara en “SB” n° 7, 2007). Eso cambió la idea que el F tenía de los Saicos, no era una banda de un solo éxito, “Demolición”, como pensaba, aunque, a la hora de elegir que clásico de la banda tocar, hacia 1984, eligió hacer una versión de ésta con su banda Leusemia. Eutanasia y el recordado Edgar “Kilowatt” Barraza la hicieron suya, en sus repertorios punk y rocanrolero, respectivamente. Eutanasia la registró en su casete “¡Sentimiento de agitación! 1986-1990” (1990) y “Kilowatt” recién pudo hacerlo años después, en su casete homónimo, aunque pudo haber sido el primero en interpretarlo, dado su amor por los sesenta peruanos.

La resurrección de los Saicos


20 años atrás, en un suplemento de la revista “Esquina” publiqué un adelanto de mi investigación sobre Música Pop(pular) en el Perú, suplemento que se tituló: “40 años de pop y rock en el Perú”. En la introducción mencioné a Los Saicos como una banda pionera. Poco después difundí “Demolición” en un programa que produje y conduje en Radio Nacional del Perú, esa fue, probablemente, la primera vez que sonó en la radio del Estado. Tuve un llamado de atención.

En España, el colega Paul Hurtado de Mendoza cogió la posta, luego que lo pusiera en contacto con Luis Berrocal, un importante coleccionista de música popular; todos en algún momento integraríamos “Sótano Beat”. Hurtado de Mendoza llevó material de bandas nacionales de los 60 y 70s al destacado programa “Diario Pop” de Radio Nacional de España, dirigido por el histórico Jesús Ordovás, uno de los principales difusores del pop y rock en ese país, Ordovás gustó de la música y decidió hacer un especial con nuestras bandas. Según refiere “Pancho”, después de escuchar el programa Iñigo “Munster” Pastor se fijó en los Saicos y no paró hasta lanzar en vinilo el recopilatorio que incluía todos sus singles. En la nota que escribe Hurtado de Mendoza para acompañar el disco, incluye un aporte de mi investigación publicada por “Esquina”.

La edición mencionada fue lanzada en España el año de 1998, estuvo a cargo del sello Electro-Harmonix/Munster y se le puso como título: “Wild teen-punk from Perú 1965” (Punk adolescente salvaje desde Perú, 1965). Desde ahí la música de los Saicos, lentamente, empezaría a reconocerse en el mundo, tomándola muchos por punk, etiqueta que, creo, no le corresponde, más bien son una banda de rocanrol más cercana, por su sencillez y crudeza, al rock de garaje que al punk, que es más una actitud, actitud que no encarnaban.

En el año 2000, Manganzoides -la banda en la que tocaban los sótanobeat Gonzalo Alcalde y Diego García- hicieron una versión de “El entierro de los gatos”, para su cinta “Más dosis” (Komodo Producciones). El 2006, Erwin volvió a subirse después de muchos años a un escenario local, justamente, en un concierto de Manganzoides. Seguramente lo hizo animado por el reconocimiento local que empezaba a experimentar, traducido esto en la condecoración a la banda y la colocación de una placa en su honor, actos que la Municipalidad de Lince, distrito que los vio nacer, realizó ese mismo año.

Desde ahí la música de los Saicos empezaría a reconocerse en el mundo, tomándola muchos por punk, etiqueta que, creo, no le corresponde, más bien son una banda de rocanrol más cercana, por su sencillez y crudeza, al rock de garaje que al punk

El 2010 en España, Munster Records sacó a la venta un box set con la reimpresión en vinilo de los seis discos 45 RPM de los Saicos, ello motivó el interés, en ese país, para verlos en vivo, la ocasión se daría en el mes de octubre en el “Funtastic Drácula Festival” (Benidorm). España fue el primer destino extranjero de los Saicos.

Poco antes del viaje, “Pancho” Guevara se reunió a tocar con Alcalde en la primera guitarra, García en la guitarra rítmica y voces y Juan “Alí” Valcárcel en bajo. Juntos grabaron algunos ensayos y se autodenominaron Los Cometas de Lince, en honor a la antigua pandilla. Luego, tanto Gonzalo como “Alí” se integrarían formalmente a los Saicos para la experiencia española. A “Pancho” le provocó aumentar su voz a las pistas del tema “Intensamente”, que correspondía a los ensayos mencionados, haciendo dúo con García, quien más adelante colgó el resultado:

Habría que mencionar que un año antes, el 2009, dos bandas roqueras, rindieron en Madrid, un homenaje a los Saicos, fueron los norteamericanos The Black Lips y los españoles Wau y los Arrrghs!!!, éstos últimos invitaron a subir al escenario a Erwin Flores -quien estaba de visita en ese país-, para cantar su clásico “Demolición”. Esto no se debería de extrañar pues hasta ese año, se contaban en el mundo una docena de versiones del clásico, todas en español, así provengan de Brasil o… de Polonia. ¡Increíble!

Luego vendría la reedición local de la música del cuarteto; el estreno, en Lima, del documental “Saicomanía” (febrero 2011) con pequeña presentación incluida; y el viaje a México D.F (julio del mismo año), en el que iban a efectuar la grabación de un nuevo disco, cuya edición iba a estar a cargo de Primitiv Music, la empresa que los contrató para tocar en ese hermano país. Se dijo que el nuevo disco incluiría los temas “Viejo y enfermo”, “La casa de arroz”, además de nuevas grabaciones de las dos canciones que Erwin registró como solista. Incluso se anunció que se realizaría un video clip de la primera canción mencionada. No se pudo concretar la idea por cuestión de tiempo.

En diciembre, los Saicos viajaron a Argentina para dos presentaciones. Nekro (ex Fun People), uno de los responsables de esa visita dijo: “la banda es genial y sus canciones también…”. Su amor por Los Saicos ya lo había declarado en Argentina a la “Rolling Stone”, incluyéndolo entre sus bandas favoritas cuando la revista dedicó una edición a los 30 años del Punk (2006) y en Lima, lo había demostrado rastreando las Sótano donde se incluyeron las entrevistas a la banda.

Saicos: de leyenda a realidad

Agosto 2013 acababa con novedades de los Saicos: la grabación de un nuevo disco y la reconsideración de su adiós a los escenarios, como inicialmente anunciaron en la promoción del Festival “Lima Vive Rock”, donde iban a ser el número principal.

La elaboración del disco se realiza en los estudios MCA, de los hermanos Cornejo, ex integrantes de Laghonia y de otras bandas nacionales. Las canciones elegidas son “Viejo y enfermo”, “Un poquito de pena”, “Tu nombre en la arena”, “La casa de arroz” y “El mercenario”, archivando otras canciones inéditas y olvidadas como “Jana” (dedicada a una de las primeras fans de la banda y, luego, primera esposa de Erwin) y, la antes mencionada, “María, la molinera”. A éstas pretenden sumar otras tres canciones, las cuales, hasta el momento, no las tienen compuestas. El producto final sería un disco que editaría en España, Iñigo “Munster”.

En el mencionado Festival, los Saicos presentaron una nueva versión del grupo que incluye a Erwin, “Papi”, “Pancho”, Alcalde en la primera guitarra y Valcárcel en el bajo –ambos de Los Protones-, e incorpora al español Jesús Morate, de Tortuga, en la segunda guitarra.

La segunda edición de “Lima Vive Rock” fue un éxito: convocatoria masiva, buena organización, puntualidad en el inicio de los sets musicales, exposición fotográfica destacada del primer taller de fotografía de rock, presencia de sellos discográficos con una labor loable y las ganas de la gente de pasarlo súper y sin problemas; en medio de esa fiesta, la participación de los Saicos era la más esperada. Sin embargo, en esa ocasión propicia, la leyenda aterrizaba a la realidad no de muy buena forma, la afonía del “gritante” Erwin y problemas de sonido (quizá los amplificadores ya estaban saturados o recalentados luego de varias horas de sonar a todo tren) desdibujaron la jornada.
Quizá la nota no sólo simpática, sino significativa, del Fest, hubiera sido entregar la anunciada distinción del Municipio de Lima a la banda más emblemática de nuestro rock en pleno escenario y de manos de la alcaldesa. No fue así, se optó por otra idea: una regidora se las otorgó en el backstage, momentos previos a su presentación. Y es que esa distinción no sólo era para una banda, única por cierto, sino también pudo ser, simbólicamente, para la movida de músicos nacionales en general, movida que, a pesar de factores adversos, persiste en la construcción de una escena, desde años o desde décadas atrás.

La leyenda aterrizaba a la realidad no de muy buena forma, la afonía del “gritante” Erwin y problemas de sonido -quizá los amplificadores ya estaban saturados o recalentados luego de varias horas de sonar a todo tren- desdibujaron la jornada.

Los integrantes originales de los Saicos versión 2013 tendrán que tomar una decisión: continuar tomándoselo en serio y no como cortas vacaciones o entregar todo en un concierto de despedida, quizá presentando un nuevo disco.

Ellos han manifestado que no saben vivir siendo leyendas, que no se ubican. Leyenda hubieran sido si lo dejaban todo en 1966, pero ellos mismos rompieron con ese concepto. Yo creo que es momento de asumir una misión para la que están destinados: ser la banda peruana emblemática que abra puertas en el mundo, que demuestre en el escenario la importancia de nuestra valiosa tradición rockera y en mayor cuenta, independiente. Así esa nueva realidad solo dure un año. Sería lamentable quedarse con el recuerdo de la deslucida performance en “Lima Vive Rock”.

Son mayores, tienen una vida hecha, y bien podrían declinar, pero creo que el tema va más allá de ellos mismos pues representan la cabeza de un género musical –el rock- que viene siendo reconocido en su versión nacional en el mundo -en parte gracias a ellos-, y que ya constituye un referente cultural que el Perú institucional viene reconociendo, primero fue la Municipalidad de Lince, luego la de Lima Metropolitana y otras se suman con homenajes diversos.

Uno imagina un futuro maravilloso para ellos, son una de las pocas bandas peruanas que podría tener presencia mundial con sus discos y con sus conciertos, pero, antes que nada, son ellos los que tendrían que estar dispuestos a continuar, tomándose un periodo sabático u organizándose como una pequeña empresa y encarnando lo que TODOS queremos: que sean nuestra bandera rockera. Y es que la realidad supera a la ficción, muerta la leyenda queremos que la realidad se imponga, que ¡los Saicos existan!





 

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