miércoles, abril 05, 2023

ANIBAL, EL LEAL





Ese medio día del 7 de Diciembre del 2022, el pueblo del Perú quedó de una pieza, literalmente mudo. El Presidente elegido por las muchedumbres provincianas repetía, 31 años después, el mismo libreto del dictador Fujimori.

“Disolver”…”Disolver”, era lo único que resonaba en los oídos y la memoria de los peruanos.

Sin arreglo con las FF.AA, literalmente, el golpe de Castillo era solo un golpe de papel.

Terminado el inexplicable discurso, Castillo “rueda” junto a sus hijos y su esposa rumbo a la embajada de México y un par de cuadras antes de la prefectura es detenido aparatosamente por los mismos policías que están obligados constitucionalmente a obedecerlo y defenderlo. Él ya no tenía el poder, ¿alguna vez lo tuvo?

Otros, los de siempre, como durante toda la historia republicana, habían dado la orden de detenerlo como a un vulgar delincuente.

Delincuente, esa era la acusación a boca de jarro, que a través de la letrina de sus medios de comunicación, diariamente le tiraba a la cara la derecha “más bruta y achorada” de toda América Latina,

El Presidente Castillo les había cerrado el caño de millones con que todos los gobiernos habían comprado el favor de esos medios que ya venían cobrando venganza y que ahora se frotaban las manos con un Castillo encañonado y detenido.

En medio del drama, había otro protagonista que no estaba obligado a estar presente, pero quiso estarlo, por su propia voluntad y decisión: estar junto al Presidente Castillo.

Ya no era premier, solo un asesor, pero como en la segunda vuelta electoral en que también apareció voluntariamente defendiéndolo con su voz firme y sonora, allí estaba, junto a su paisano presidente, ahora caído en desgracia: Aníbal Torres.

Todos nos emocionamos. Antes nunca habíamos tenido el privilegio de ser testigos en vivo y directo de un acto de lealtad y firmeza de ese nivel y grandeza.

Pero esa lealtad no era de ahora. Anibal venía enfrentando en toda tribuna el sabotaje descarado de la derecha parlamentaria y mediática, Anibal venía hace rato sacando la cara por el pueblo cantándole sus quemantes verdades a los dueños del Perú.

Por eso lo odiaban, lo odian y lo seguirán odiando. Ser leal al cholo atrevido que “profanó” la investidura presidencial y a los otros cholos osados de tierra adentro, es un delito de alta criminalidad social para la derecha y el poder económico. "Delito" de honor que nunca le perdonarán.

Para Anibal sus 80 años son únicamente una cifra. Le sobra vitalidad y garra para defender la causa del Perú.

“En el Perú nadie es más que nadie, todos somos iguales. Nunca bajen la cabeza. No hay nadie superior a otro. Si los que han gobernado este país hubiesen sido superiores, el Perú no estaría en el desastre en que se encuentra desde hace 200 años”.

Anibal Torres en su condición de premier impulso con energía de titán los agotadores consejos de ministros descentralizados. Semana a semana junto al Presidente Castillo y sus ministros viajaban por todo el Perú para escuchar a su gente, pero también para hablarles.

“Están soliviantando a la población” se desgañitaba la derecha mientras las masas gritaban “¡Cierren el Congreso! ¡Asamblea Constituyente”

La derecha se llenaba la boca diciendo que Castillo no hacia nada, que ponía improvisados como ministros y funcionarios. Los cholos nunca serán "capaces" para los verdugos del Perú, "capacidad" aquí es sinónimo de piel blanca y apellidos extranjeros; si no...no vales nada.

Pero, Castillo ¿hizo o no hizo?. ¿Qué es hacer en un país colonizado como el Perú? . ¿Puentes?, ¿carreteras?, ¿pistas? … ¿para que las grandes mineras extranjeras se lleven nuestros recursos minerales a través de interminables caravanas de camiones y el estado peruano les devuelva los impuestos que pagan...?

La lealtad de Anibal Torres brilla más ante los traidores del presidente Castillo: los vacadores de Perú Libre y su carcelera que funge de presidenta.

Mientras el congresista Montoya, el ex-almirante represor a órdenes de Montesinos y Fujimori, se preparaba desde Marzo de 2022, anunciando que correría sangre cuando vacaran al Presidente Castillo, Anibal y Pedro, Pedro y Anibal recibían todos los dias a delegaciones de sudorosos y esperanzados trabajadores y pobladores que entraban por primera vez al otrora Palacio del Conquistador Pizarro. Llegaban para abrazarse con el gobierno que habían elegido. Fueron centenas y miles los que desfilaron en esos días previos al golpe congresal contra Castillo. La derecha no podía seguirlo permitiendo, Castillo tenía que caer... ¡ya!

Anibal no solo sigue siendo "escupido" congresal y mediáticamente. Ya lo amenazaron con 10 años de inhabilitación...¿hasta que cumpla 90 años?. Los criminales que cargan en sus espaldas más de 70 asesinados quieren también matar civilmente al leal Anibal Torres….

”Y no podrán matarlo…”.(Hubert Rojas)




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